Antonio Olivares hace balance de sus diez años al frente de la Federación de Balonmano

La Federación de Balonmano de Ceuta se encuentra en pleno proceso electoral y su aún presidente, Antonio Olivares, no se presentará a la reelección tras una década al frente de la Territorial.
En el pasado mes de junio recibió por parte de la Federación Española de Balonmano la Insignia de Oro al Mérito Deportivo por su gestión como directivo, y habla para 'El Faro' de su gestión y del proceso electoral.
–Un breve vistazo atrás ¿Cómo comenzó su andadura al frente de la Territorial?
–Comencé en 2002, seis meses después de la muerte de Emilio Maese, que era presidente de la Federación. Nadie se quiso hacer cargo de la presidencia, y aunque en un principio dije que no, me volvieron a insistir y en diciembre de 2002 me presenté a las elecciones, y hasta ahora.
–Una vida dedicada al deporte, pero en concreto al balonmano.
–Le debo mucho a este deporte. Empecé a jugar con Enrique Hernández en el colegio San Agustín. De ahí pasé al África Ceutí, como jugador y entrenador. También hice el curso de entrenador de nivel nacional, estuve al frente de la selección de Ceuta en varias ocasiones. He creado escuelas de balonmano, concretamente en Los Barrios cuando estuve en la Concejalía de Deportes. Siempre he estado ligado a este deporte.
–¿Y qué balance hace de una década al frente de la Federación de Balonmano de Ceuta?
–De todo hay en la vida del señor. Estoy contento porque he hecho todo lo que he podido, y he echado más horas de las que tiene un reloj. Pero no estoy del todo satisfecho. Nadie acaba un trabajo del todo satisfecho ¿Hemos conseguido cosas? Sí ¿Hemos perdido cosas? También.
–¿Qué se ha perdido?
–Para mí lo más importante fue la pérdida de la Unión África Ceutí de categoría nacional. No fue culpa de la Federación, porque ahí no intervino, fue una decisión del club, ya que es soberano y es el que elige, pero fue un gran palo para el balonmano en Ceuta, sobre todo porque el equipo comenzó con mucha gente de fuera y en su última etapa más de la mitad era caballa. Fue un logro bastante grande que se perdió, y con ello la ilusión de muchos chavales que desde cadetes y juveniles tenían una referencia. Se hizo un daño muy grande. Otra cosa que no se consiguió, pese a que fuimos la primera Federación que lo intentó, fue contar con un equipo de Ceuta en la Liga de Cádiz, por ejemplo, para tener ese aliciente. También hablamos con Granada, el presidente de la Española, Juan de Dios Román... Tocamos todos los palos, pero los clubes no quieren venir bien, y eso que le hicimos una oferta de pagarles el barco, e incluso comprometiéndonos a buscar alojamiento en caso de no poder regresar por temporal de Levante. El calendario llegó a estar hecho, había fecha, pero una semana antes se suspendió. Para mí fue una gran desilusión porque era dar otra motivación extra a los chavales de Ceuta.
–Algo bueno se habrá conseguido en estos diez años.
–Sí, hemos tenido una constante relación con el Instituto Ceutí de Deportes, y muchos equipos de ligas escolares han pasado por nuestras manos. Pero vuelvo a decir, nos ha faltado la cima de la pirámide. La base está, gracias fundamentalmente al ICD y los monitores de las escuelas y clubes como Ramón y Cajal y Estudiantes, pero necesitamos más clubes. Con dos importantes no es suficiente. Estamos trabajando en ello, pero necesitamos más colaboración.
–¿Colaboración por parte de las instituciones?
–Sí, porque por ejemplo hay problemas con los juegos escolares a nivel nacional, y no se sabe si se van a poder celebrar. Las subvenciones a las federaciones llegan tarde o muy tarde, y son problemas que te vuelven loco, porque siempre intentas darle solución. Es verdad, por ejemplo, que la selección juvenil lleva dos años sin salir, pero tenemos el problema dicho antes de que la pirámide está sin cubrir y otra es el tema económico. Estamos hablando de ocho y nueve mil euros porque hay que buscar un lugar decente en donde tengan que pernoctar. La Federación te da un tanto por ciento pero sólo en concepto de desplazamiento, después está el hotel, una semana mínimo. Nadie te da ese dinero, y hay que buscarlo, y es mucho dinero para una Federación, la nuestra, que cuenta con un presupuesto que es precisamente el de esos ocho mil o nueve mil euros, un dinero que tiene que ir destinado al teléfono, luz, agua... Es difícil.
–¿Ninguna ayuda por parte de la Federación Española?
–La ayuda es mínima. El Consejo Superior de Deportes le tiene prohibido a las federaciones nacionales que le den dinero a las territoriales, ya que el CSD ya da un dinero a las autonomías para que subvencionen a sus federaciones, y claro, no va a dar dinero por dos lados. Ahí reside el problema. Y por supuesto hay otro tema, y es que una Federación necesita de un personal, y hoy en día nadie trabaja sin poner la mano por delante. Monitores, árbitros, secretarios... todos reciben una gratificación, y claro, hay que buscarse la vida.
–¿Y la nota por tanto para la gestión económica?
–Me quedo con la satisfacción de que no hemos tenido nunca números negativos. En ese sentido estoy contento. Pero claro, ha sido a costa de estar yo hasta las tantas de la mañana, sábados y domingos, y el fin de semana completo en el pabellón. Eso es trabajo que uno no cobra, pero que se hace.
–¿En estas circunstancias puede 'escocer' el apoyo incondicional de la Ciudad a la Federación de Fútbol de Ceuta?
–La Federación de Fútbol es muy potente, con una fuente de ingreso fuerte. Otras federaciones no contamos con ese respaldo y hay que asumirlo, no tiene nada que ver una cosa con la otra.
–¿Qué le lleva entonces a decidir que no se volverá a presentar a la presidencia?
–En las anteriores elecciones ya dije que no me presentaba, y no lo hice. Pero no se presentó nadie. Se amplió el plazo de candidaturas y el día antes de que acabara tuvimos una reunión y decidimos seguir adelante para no dejar el barco a la deriva. Incluso cuando Juan de Dios Román se presentó a la presidencia de la Española le dije que no seguía y me animó a pensármelo bien.
–¿Cuál es el futuro del balonmano en Ceuta?
–Todo depende del presidente que se ponga al frente de la Federación. Sí tiene que saber que se echan muchas horas, mucho trabajo, y que tiene que estar bien documentado y conocer el mundo del balonmano, y no sólo a nivel de las reglas de este deporte, sino en todo lo referente a la burocracia que conlleva. Cuando yo llegué no había nadie en la Federación, y empezamos sin tener ningún conocimiento, preguntando a éste o aquel, echando muchas horas.
–¿Ha merecido la pena?
–Por la satisfacción personal sí. He conocido a mucha gente, y buena, que te han considerado muy bien, y curiosamente he notado más agradecimiento hacia mi trabajo a nivel nacional que en la ciudad. En junio me concedieron la medalla al Mérito Deportivo. Para mí fue un orgullo y una satisfacción, que reconozcan tu trabajo y tiempo de dedicación al balonmano, y por eso corto ya, porque le debo mucho y no quiero que me deba a mí (risas). Pero fuera de bromas, es necesario que llegue gente nueva, con preparación, que no metan a cualquiera, y que sepa comportarse y estar en donde tienen que estar, sobre todo porque el presidente tendrá que acudir a una Asamblea General nacional con los presidentes de todas las comunidades y tendrá que tener un comportamiento decente.
–¿Durante estos años han ido todos a uno o ha existido, digamos, una oposición?
–Al principio sí trabajábamos todos juntos, pero tú tienes que seguir una línea recta, y si ves que uno se sale hay que decir que así no. Yo tengo la obligación de seguir esa línea. Lo que no puedo hacer es ver que una cosa se está haciendo mal y hacerme el tonto. Es lógico. Es verdad que si actúas así puede que haya gente que esté en contra, y en ese caso te puedes crear enemigos. Pero yo creo que no debe existir ese problema, ni en balonmano ni en cualquier deporte. Todos tienen que ir a una, hablando se entiende la gente.
–¿Entonces se puede decir que se ha creado enemigos?
–Sí, me he encontrado con algunos que han criticado mi labor. Si lo hacen mejor, adelante. La Federación siempre ha estado abierta a todo el mundo. No le he cerrado la puerta a nadie. Cuando han venido y me han dicho "vamos a hacer...", por mí estupendo, adelante, pero tú el primero, que para eso eres el padre de la criatura. Yo lo apoyo, y siempre se estudia todo desde el punto de vista económico y deportivo, pero hay quien dice "vamos a hacer esto...", pero al final el que lo tiene que hacer soy yo. Así no son las cosas. La Federación está para organizar y facilitar el trabajo, pero todos tenemos que trabajar para llevar esto adelante.
–¿Aunque deje la presidencia va a seguir vinculado de alguna forma al balonmano ceutí?
–Sí me llaman estoy dispuesto a echar una mano. Yo no he hecho enemigos, me han convertido a mí en eso, pero es su problema. Si alguien me pregunta, lógicamente, con mucho gusto le asesoraré en lo que pueda.
–¿Va a 'avalar', por decirlo de alguna forma, una candidatura?
–He pedido a Guillermo Vivas, el vicepresidente, que se haga cargo. Es una persona que tiene valía, conoce el balonmano en todas sus facetas, jugando y dirigiendo, y creo que es la persona ideal. Es una persona formada, que conoce la burocracia del balonmano y que tiene muchos conocidos a nivel nacional, lo que te abre muchas puertas. Yo se lo he pedido. No obstante la federación, con la estructura que tiene, sería bastante fácil llevarla. Hay personas encargadas del organigrama de entrenadores, árbitros y demás. Creo que con esos estamentos el próximo presidente, si los mantiene y no cambia nada, tiene mucho ganado.