A día de hoy es el máximo dirigente del fútbol en la ciudad autónoma de Ceuta. Pero para llegar hasta ahí, también vivió el fútbol como cualquier otra persona que ame este deporte.
Y es que Antonio García Gaona comenzó en el mundo del fútbol como “cualquier chaval” en las categorías inferiores de la ciudad. Posteriormente formó parte de la Agrupación Deportiva Ceuta, donde estuvo “hasta juveniles o regionales”.
A una edad temprana comenzó a trabajar, desligándose así un poco de este deporte. Poco tiempo después formó el equipo de fútbol sala Viajes Trujillo, “un equipo formado entre amigos y personas de la misma empresa para echar el rato”. Fue ahí donde se volvió a enganchar al fútbol, pero desde otro punto de vista, puesto que ya formaba parte de la directiva.
Ese mismo equipo de amigos terminó uniéndose al Mitsubishi, con quien “pasamos unos buenos años llegando incluso a División de Honor”. También estuvo ligado al fútbol a través del Ceuta “cuando estaba en Segunda B”. Y fue a partir del año 1993 cuando “mi antecesor”, Emilio Cózar, “me pidió que le echara una mano en la federación”. Gaona fue nombrado vicepresidente hasta que en abril de 2008, a raíz del fallecimiento de Cózar, pasa a ser el presidente de la FFCE.
Volviendo atrás en los años, cuando le preguntamos por su infancia con el fútbol, Gaona reconoce que “para los recuerdos soy muy malo”. Aún así, rememora algunos años en el ‘Benoliel’, o el entusiasmo que se tenía por jugar los fines de semana. También recuerda cuando aún el Polígono Virgen de África no estaba edificado y “por la noche echábamos el rato”.
De aquella época destaca el gran entusiasmo que había, “no existía ese ansia de ganar. Lo resumiría en ilusión, compañerismo y convivencia”.
El ahora presidente proviene de una familia en la que la pasión por el fútbol pudo ser compartida también con sus otros dos hermanos. “Mi hermano Manolo jugaba al fútbol y Juande, con el que me llevo seis años, fue el que triunfó en el fútbol sala”. En cuanto a él mismo como jugador, Gaona llegó a calificarse como “peculiar, pero muy malo. Me gustaba mucho, pero no era lo mío”.
Por circunstancias de aquel momento, Antonio tuvo que comenzar a trabajar para “poder ayudar en casa”, desvinculándose así del fútbol.
Poco tiempo después, la creación del equipo Viajes Trujillo lo hace volver a vincularse a este deporte. Una de las temporadas, junto a Cecilio, Manolo Luque y Andrés Moreno, “decidimos unir los clubes y formar Mitsubishi Trujillo, con el que comenzamos a competir en categoría nacional”.
En esa época remarcada del fútbol sala ceutí, “pasamos unos años fabulosos”, donde el pabellón de ‘La Libertad’, tal y como comentó Gaona, “se llenaba casi una hora antes del partido y tenía una expectación tremenda”. Fue en esa época cuando Antonio comienza a introducirse como directivo, para pasar posteriormente a formar parte de la federación.
Durante su mandato, por parte de la Ciudad, “el presidente nos pide que cojamos el momento difícil del Ceuta”. Felipe Escane, Cecilio Castillo, Juanma Doncel y Antonio Gaona, “lo que era Ciudad, federación y club”, inician un proyecto en el que estuvieron alrededor de casi cinco años. Un proyecto en el que el equipo casi asciende de categoría, “primero con la eliminatoria ante el Pontevedra y después en Girona”, recuerda.
De ese año Gaona recuerda cómo vivió el último encuentro al cual no pudo asistir por motivos laborales. “Estaba en Torremolinos y a través de SMS me contaba Felipe Escane ese partido vibrante”.
Al año siguiente Antonio Gaona dejó el Ceuta, para dar paso a una nueva directiva la cual es la que se encuentra actualmente.
Emilio Cózar y la presidencia
Emilio Cózar fue la persona que introdujo a Gaona en la federación. Para Gaona, Emilio no solamente era un referente en el mundo del deporte, sino que también lo era “en el aspecto personal”.
Para el actual presidente fue “quien me abrió las puertas del fútbol. Siempre he estado muy cerca de él”. Para Antonio “mi empresa era la prioridad y no me veía en el mundo del fútbol como ahora”, pero a raíz del fallecimiento de Emilio Cózar, la vida le depararía algo diferente.
En abril pasó a ser presidente accidental y en noviembre se convocaron elecciones, donde sale elegido. En ese momento “me puse una meta de una legislatura de cuatro años”, a partir de ahí comenzó a trabajar “enfocando la prioridad al tema económico. Queríamos nivelar la federación y hacerle una estructura tanto económica como de trabajo”.
Esos cuatro años también coincidieron con los tres campeonatos que ganó la Selección Española, lo cual “nos dio un realce”. Una vez termina su primera legislatura, “veo que dependo de cuatro estamentos y que hay ganas de que continúe. Empiezo a animarme y hago el proyecto del segundo mandato, que era el proyecto de esta sede”. Así, año tras año, Antonio García Gaona continúa estando en el cargo “desde hace casi dieciséis y con vistas a los dos que me quedan”.
Evolución del fútbol local
Algo que está claro es que el fútbol, al igual que todo en la vida, ha evolucionado. Cuando Antonio se calzaba las botas para jugar en uno de los equipos locales los campos “eran de tierra”, se jugaban en espacios como el ‘Parque Urbano Juan Carlos I’, donde además “se creaba una gran expectación”.
Otra diferencia con la actualidad es que en esa época “había muchos menos clubes”, mientras que a día de hoy, “contamos con alrededor de 56 o 60 y casi 240 equipos que van desde la categoría debutante hasta regional tanto en fútbol como en fútbol sala. En categoría nacional teníamos un equipo y actualmente hay entre seis u ocho”.
Otra diferencia que destaca el presidente de la FFCE es que en su época el fútbol era “una diversión”, mientras que a día de hoy “es una pasión. Se ven reflejados en los equipos de Primera División, donde los chavales se fijan en las botas que llevan los jugadores o en las celebraciones de los goles o en las jugadas que hacen. Es por ello que la evolución ha sido abismal”.
El fútbol para él
Para Antonio, el fútbol en un principio era “una ilusión”, después se convirtió en “una pasión” y hoy en día lo considera como “una forma de trabajo”.