La antipolítica y la idiotez

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha escogido a un militar en la reserva para que lleve a cabo la reconstrucción de Valencia, por los desastres causados por la DANA. Se trata del general Gan Pampols. A su vez, este militar ha escogido a otro general en la reserva como segundo de su departamento. Lo primero que ha dicho es que él no viene a hacer política, sino a reconstruir Valencia. Estas palabras han sido corroboradas, casi de forma mimética, por el líder de la oposición, Sr. Feijóo: “No viene a hacer política, su objetivo es acertar”. Es decir, que según estos dos señores, para acertar y hacer las cosas bien, no se puede hacer política. Curioso.

En la antigua Grecia, la política era el arte de gobernar y organizar la vida en comunidad. Para ellos la participación en política era muy importante. Hasta el punto de que llamaban idiota a aquel ciudadano privado y egoísta que no se ocupaba de los asuntos públicos. Para Aristóteles, el hombre era un “animal político”, es decir, un ser que vive en una ciudad. Nos dijo que “…De todo estado es evidente que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar es o un ser inferior o un ser superior al hombre”. Es decir, que la política y la participación en la política era algo muy importante para los griegos. Hasta el punto de que para ellos la antipolítica era sinónimo de idiotez.

Sin embargo, en el Siglo XVI se descubrió que la política podía ser una ciencia autónoma, independiente de los antiguos principios generales y al margen de consideraciones de orden moral. Fue Maquiavelo quien estableció que la utilidad, el valor, la virtud, la fuerza y astucia, la fortuna y la audacia son la base de la política. Así en el capítulo IX de su libro “El Príncipe”, dedicado al Principado Civil, que sería el equivalente a un gobierno elegido democráticamente, nos explica que a ese principado se llega o por el favor del pueblo, o con la ayuda de los poderosos. Porque en todo Estado se dan esas dos tendencias, nos dice, que nacen del hecho de que el pueblo no quiere ser gobernado ni oprimido por los potentes que, a su vez no anhelan más que mandar y oprimir al pueblo.

No estoy seguro de lo que va a ocurrir en la reconstrucción de Valencia. Que esté en manos de un militar no creo que sea la mejor opción. Hay muchas personas civiles, con formación técnica suficiente, que podrían hacer este trabajo perfectamente. La vida y las condiciones de reconstrucción en los conflictos bélicos tienen sus propias reglas y leyes. Tratar con soldados, sometidos al estricto código militar, es una cosa, y tratar con trabajadores, protegidos por la legislación laboral, otra muy distinta. Adaptarse a estos cambios suele ser difícil para un militar. Por otro lado, asumir un cargo político, integrarse en una estructura política y, a su vez, comenzar rechazando que los políticos le dirijan en su trabajo, es una contradicción difícil de resolver. Los políticos los elige el pueblo y es al pueblo al que tienen que rendir cuentas.

Por tanto, ¿a qué vienen estas declaraciones en una situación en la que los bulos y la desinformación han dominado el escenario anterior, durante y con posterioridad a los efectos de la DANA de Valencia? Yo creo que se trata de frases poco pensadas y dichas de forma irresponsable.

Pero, si graves son las declaraciones de este general del ejército español en la reserva, mucho más graves son las oportunistas declaraciones del Sr. Feijóo despreciando la política y, de paso, a los políticos (que no sean de su partido). Quizás habría que aplicarle a él el concepto de que el antipolítico es un idiota. Aunque también le sería aplicable el significado que se daba a la palabra idiota en la Baja Edad Media. Al parecer se utilizaba para designar a los monjes incapaces de leer las Sagradas Escrituras. Por lo que se ve, el líder de la oposición lee poco.

Ahora, que ya hemos escuchado las brillantes intervenciones de Teresa Rivera en el Parlamento español, dando detalles de las actuaciones de los organismos oficiales de ella dependientes, como la AEMET y la Confederación Hidrográfica del JUCAR, antes, durante y después de la DANA, y también conocemos que Feijóo se ha quedado solo en Europa, al haberse aceptado por su “amigo” Manfred Weber la designación de Teresa Rivera como Vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, ya solo queda saber la fecha en la que, en un acto de dignidad, Mazón y Feijóo piden disculpas a la ciudadanía por su perversa actuación antipolítica. Así sabremos si se mantienen en el poder “con la ayuda de los poderosos o con el favor del pueblo”, como nos decía Maquiavelo.