A la una de la madrugada del nuevo año, nos dirigimos en nuestro coche hacia la plaza de la Constitución por los bajos de la marina y al llegar al parque Juan Carlos I retención, escuchamos numerosos claxon de vehículos sonar y pensamos que había ocurrido algún accidente. Pasan los minutos, diez, quince, veinte, no nos movemos, empezamos a desesperarnos porque nos esperaban para acudir a una fiesta de nochevieja, no sabemos los motivos y los nervios se desataban. Pasada media hora llegamos por fin a la rotonda del pescador, al lado del poblado marinero, y sorpresa, no era un accidente, eran un grupo de policías locales realizando un control, incomprensible, a esa hora y en ese lugar en nochevieja; quizás esperaban encontrar a un peligroso delincuente, solo eramos jóvenes con ganas de llegar a nuestra hora y al subir a la Plaza de la Constitución mas de lo mismo, todos los conductores estabamos desesperados y empezabamos el año crispados, alterados, en recorrer 200 metros habiamos empleado 30 minutos, lo mismo que de Algeciras a Estepona, de cine, las uvas se nos subian y pensabamos en el cerebro gris que habia planificado esos controles a esa hora y en esos lugares del centro, en vez de ayudar a dar fluidez al trafico con indicaciones a los conductores, todos hubieramos aplaudido. los controles al finalizar la noche los hubieramos entendido todos, fuimos cientos de ciudadanos los afectados y empezamos el año de muy mala manera, solo esperamos que el año que viene alguien ponga orden y se hagan las cosas bien, al menos esa es mi opinión, pensemos un poco en los muchos jovenes que
Solo queriamos pasar un buen rato con nuestros amigos y celebrar la entrada del nuevo año.