La actividad estrella de la divulgación científica del Museo del Mar en la que también colabora activamente nuestra asociación es sin duda el día de la Geología que se celebra simultáneamente en muchos lugares de la geografía española. Desde que se suprimió del programa “Ceuta te enseña” las actividades que ofrecía el Museo del Mar no se han vuelto a desarrollar, hace varios años que el museo no recibe alumnos de primaria ni tampoco estudiantes de instituto, con lo que su relevancia divulgativa ha quedado bastante disminuida y solo se podrá recuperar plenamente cuando se rehabilite el edificio dónde el museo desarrolla sus actividades y se logre abrir al público sus instalaciones expositivas contando con la inestimable colaboración de la Autoridad Portuaria de Ceuta. Sin embargo, los programas divulgativos relacionados con la geología de nuestra región no han cesado de atenderse por parte de nuestro geólogo ambiental, y compañero también en la asociación Septem Nostra, Francisco Pereila que ya lleva más de diez años ininterrumpidos haciendo un programa en la televisión local dentro de uno de los espacios más vistos que presenta nuestra amiga Beatriz Palomo. Por ello, Paco lleva muchos programas hablando sobre temas relacionados con la geología de la región de Ceuta y por ello muchos ceutíes han oído hablar a un experto sobre volcanes, puntos calientes desde el punto de vista de los terremotos, placas tectónicas, tsunamis, cordilleras, rocas, minerales, explotación minera en Ceuta y muchas cosas más, como por ejemplo la divulgación de las novedades publicadas en nuestra revista Alidrisia Marina. La verdad es que desde el primer año la celebración del día de la Geología ha tenido una gran aceptación en nuestra marinera ciudad y este año ha sido espectacular con una asistencia de 135 personas que se han acercado para escuchar a Paco Pereila dar sus explicaciones sobre los materiales que han conformado gran parte de la naturaleza geológica de Ceuta, sus orígenes y acontecimientos principales. Tenemos que agradecer a nuestro geólogo que haya desarrollado las capacidades y habilidades para la trasmisión de conocimientos pues se ha convertido en un divulgador de primera fila pertrechado de herramientas didácticas consistentes y elocuentes. Él mismo, que también desarrolla labores de investigación en relación a los fósiles de nuestra ciudad, sabe de la importancia que tiene fomentar los conocimientos científicos en la sociedad entendiendo que la cultura despierta mentes, desarrolla vocaciones, eleva espíritus e incluso puede llegar a trasformar vidas abotargadas de aburrimiento, vacuidad y perfectamente conformadas al simple transitar sin buscar más significado que el existir. Explicar cuestiones tan complejas e imaginativas como la arquitectura de las zonas externas y las internas que se diferencian en función de los materiales geológicos y han dado lugar al espacio de territorio en el que se desarrolla y se ha estado desarrollando la historia de nuestra ciudad no es algo menor. Y esto requiere de habilidades y recursos didácticos que no se encuentran, me atrevería a decir, en una gran mayoría de personas que se dedican a la investigación científica. De acuerdo con Miguel Alcíbar profesor de la Universidad de Sevilla, pensamos que la divulgación es una actividad de gran importancia para el desarrollo de la propia ciencia y la captación de vocaciones al servicio de los saberes científicos. Además, permite fértiles intersecciones entre científicos de distintos campos que leyendo obras divulgativas de otros deciden emprender algo distinto o variar sus hipótesis de partida sobre este u otro argumento. Sin ir muy lejos, en un reciente viaje a Cabo Verde, gracias a las enseñanzas recibidas de Paco y a su buen hacer divulgativo buscando información dispersa y variada sobre determinados aspectos del vulcanismo convulso de la isla de Sao Vicente, he podido establecer una hipótesis que explica la distribución de una especie de molusco que desde su recolección hace 40 años no se ha vuelto a encontrar fuera de un espacio litoral reducido.
La divulgación es, además, una estupenda balsa de salvamento para aquellos científicos que se sienten constreñidos en los rígidos postulados normativos de las revistas y la obsesión cientifista de muchos. De esta manera, pueden sacar a la luz sus teorías e hipótesis y conjeturas informadas sin sufrir la frustración continua de colegas delirantes que imponen sus criterios y se cierran en banda ante cualquier idea que no este completamente demostrada ante notario. O también es una forma de eludir el rígido cerco de ciertos narcisistas que no permiten que nuevas hipótesis surjan por miedo a perder su estatus de teoría dominante que lo “explica todo”. Volviendo al día de la geología en Ceuta, los argumentos de Paco y sus gráficos ilustrativos hacían comprensible los sucesos tectónicos por los que fue pasando nuestro territorio desde hace 250 millones de años y los procesos de ascenso y enfriamiento de materiales que han conformado la geología del monte Hacho, tal y como lo conocemos en la actualidad. Es un placer que las actividades divulgativas nos trasmitan que nuestras rocas metamórficas del Sarchal están llenas de microdiamantes y de bonitos granates y que todas ellas han llegado a ese estado de mineralización por los procesos de elevada presión y temperatura que han sufrido o que nuestra geología regional es tan compleja que en las inmediaciones de estas también aparecen rocas ígneas de color verde provenientes del manto de nuestro planeta.
Finalmente, en una zona del litoral del Hacho se han descubierto recientemente mineralizaciones e indicios minerales de hierro y cobre. Dichas mineralizaciones aparecen rellenando algunas de las numerosas fracturas que caracterizan el tipo de rocas del Hacho, heredadas de su tumultuoso pasado geológico. Este último hallazgo está siendo investigado exhaustivamente por Paco Pereila y José Manuel Pérez-Rivera, y juntos están elaborando un artículo que será publicado en el próximo número de Alidrisia Marina que saldrá a lo largo del presente año. José Manuel también estuvo aportando una visión de esta zona litoral lleno de valores estéticos, históricos y místicos. Divulgación y ciencia, arqueología, geología, antropología y trascendentalismo, en definitiva poesía en torno al saber y la belleza que encierra la naturaleza y las obras humanas. Desde mi perspectiva se trata de una actividad que bien aplaudiría mi admirado Humboldt, que se dedicó durante algunos años de su estancia en Berlín a dar amenas conferencias populares para explicar los acontecimientos científicos más relevantes de sus grandes viajes de exploración; sus cuadros de la naturaleza contados con vívidas experiencias y múltiples anécdotas. Aquello que inauguró Humboldt fue divulgación científica de primera magnitud pues en aquel tiempo llenaba las salas en las que actuaba y se convirtió en el berlinés más popular del momento por sus grandes dotes de comunicador y la viveza de su apasionada narración.