Como las flores que tanto le gustaban, así se fue marchitando poco a poco ‘Anichi’. Este pasado viernes de madrugada se apagaba la alegría de inmediato en la familia Sánchez Gil: Ana Gil Díaz fallecía a sus 86 años en el Hospital Universitario de Ceuta tras luchar durante casi dos semanas contra este maldito bicho del que no paramos de oír hablar.
Las despedidas nunca son dulces. Cuando alguien se aleja de nuestro lado la sensación de nostalgia y tristeza que inunda el alma es difícil de explicar. Y más cuando estas despedidas son para siempre. La superación se hace mucho más dura. Estas despedidas son parte de la vida, pero decir adiós a alguien para no volverle a ver nunca más es complicado. Demasiado. Así se sienten ahora los cuatro hijos de esta querida vecina de la calle Sevilla.
Sin embargo, además del dolor tras haber perdido a una madre a la que no podrán volver a escuchar reírse o cantar, también están molestos. “Desde el lunes de hace dos semanas hemos estado diciéndole al médico de cabecera que mi madre tenía todos los síntomas del Covid. Nosotros se lo estábamos viendo, pero nadie vino a atenderla a casa. Ese ha sido el problema. Esto no puede volver a repetirse o por lo menos no con las personas mayores. Deben tenerlas más vigiladas porque el riesgo de tener un final como el de mi madre es más alto. Ella podría haberse salvado”, comenta Rafael Sánchez, hijo menor de ‘Anichi’.
La odisea de esta familia comenzó hace algo más de dos semanas cuando Ana volvió de vacaciones de Málaga, donde se fue a pasar unos días con uno de sus hijos. “Le gustaba mucho irse de vacaciones, la playa, y como estaba perfectamente se fue con mi hermano y mi cuñada. Al volver fue cuando empezó con la fiebre y con los síntomas. Entonces el médico de cabecera le dijo que era una infección de orina porque ella padecía de un riñón, pero que no tenía coronavirus. Le mandaron el tratamiento y fue a peor. Entonces le cambiaron por otro, pero no le estaba haciendo efecto”, continúa.
Tenía todos los síntomas de Covid-19 y su estado de salud empeoraba por momentos. “El martes estaba peor y ella no tenía nada. No tenía patologías ninguna, salvo las propias de la edad. Ya el jueves estábamos viendo que se nos estaba yendo. Llamamos a Sanidad, mandaron una ambulancia y un médico y dijo que tenía una infección muy grande en los riñones. Llegamos a las diez de la noche al hospital y tuvimos que pedir que por favor pusieran a mi madre en una cama porque no podía estar en una silla”, relata.
Fue entonces cuando le hicieron la prueba PCR a Ana y al dar positivo la aislaron a ella y a todos los familiares con los que había tenido contacto en los últimos días. “Nos han hecho las pruebas a todos y todos hemos dado negativo, menos mi hermana, mi hermano y mi cuñado que son los que han estado con ella en su casa en los últimos días”, señaló.
Iba evolucionando poco a poco. El lunes de esta semana estaba bastante mejor y los médicos le dijeron a la familia que el miércoles podrían darle el alta y subir a planta o irse a casa. Pero “ese miércoles por la noche se puso peor y nos dijeron que se estaba yendo”. A las 4:30 horas de la madrugada del jueves al viernes los médicos confirmaban a la familia la triste noticia. “Ella se fue muy muy triste, nos lo dijo la médica”, lamenta su hijo.
No obstante, no todo son críticas. Rafael Sánchez alaba la actuación de “todo el equipo que atendió a mi madre en el Hospital”. Celadores, enfermeros, enfermeras y sus dos médicos, que se han dejando el alma cuidándola y que “nos preguntaron si en sus últimos momentos queríamos hacerle llegar algo”. Unos besos y abrazos que tuvieron que darle los enfermeros.
‘Anichi’, “una mujer que no tenía nada”, generosa, alegre, llena de vida “para su edad”, que se ponía el mundo por montera, una madre coraje y una abuela amorosa que supo poner siempre la otra mejilla a los tragos amargos de la vida. Luchó contra la muerte, pero al final se rindió. Se fue con su virgen del Carmen, “de la que era muy devota”, con todo el cariño y dedicación del equipo médico, y con el dolor de su familia de no poder acompañarla en su último viaje. Ahora se reunirá con su José, su marido del que se despidió hace diez años. Juntos, toda la familia yendo al Parque Marítimo, que tanto les gustaba, siempre feliz y hablando por los codos. Así será como sus cuatro hijos: Ana, Yoli, Rafa y Jose; siete nietos y cinco biznietos la recordarán. Y Ceuta, su ciudad, tampoco la olvidará.
Una familia destrozada más.
Y seguimos cometiendo el mismo error: Ante la duda "NO ES COVID19" y si luego sí lo es, mala suerte colegas, más contagiados y más fallecidos .
Así sucedió con "los dos Juanes", con Samra y no sé si con la Sra. Raya
De Juzgado de Guardia, homicidio por negligencia.
Que descanse en paz.
Negligencia x las autoridades sanitarias.
D.E.P. vecina. Mi más sentido pésame a sus familiares
Ante el más mínimo síntoma, habría o bien que aislar o bien que hacer la prueba, no nos podemos permitir que pasen situaciones como la que describe la noticia. Durante el confinamiento se habló de fallos en la asistencia médica en varios casos y ahora vuelve a hablarse de lo mismo, la diferencia es que estos errores ahora pueden traer peores consecuencias si los enfermos y las familias piensan que tienen una cosa y resulta que es esta otra, porque ahora estamos haciendo vida normal con mascarilla y poco más. Descanse en paz esta señora y el pésame a su familia.
Cuarta víctima mortal por coronavirus que causa la negligencia, pasotismo e incompetencia de los sanitarios y la sanidad de Ceuta. Es una vergüenza que el trato recibido sea peor que el que tendríamos en Marruecos. Parece que son funcionarios, no quieren trabajar más de lo justo y necesario.
Descanse en paz y ánimo a su familia.
Repito mi comentario anterior: Encima les aplaudimos
Mi más sentido pésame a la familia y a mi amigo y compañero José, de su amigo Abdeluaje. Que descanse en Paz y que Dios la tenga en Gloria.
Dios mío, pero como puede haber tanta negligencia y pasotismo???? Sobre todo pasotismo. Después de las miles de vidas que se han perdido y haya médicos que se nieguen a realizar un PCR . .. Mis deseos de que Dios castigue a esas malas personas.
Amiga Anichi hoy en el Parque
en una silla de las que tantas y durante tantos años has estado sentada, durante tantas tardes, habrá una flor en tu recuerdo. D.E.P.
Un beso familia. Luisa Gloria y Juana.
Descanse en paz. Un abrazo y mucho ánimo para toda la familia. Y a las autoridades sanitarias, a ver si de una vez por todas empiezan a hacer las cosas bien, no podemos tolerar más fallos como el que tristemente ha ocu con ésta buena señora. Una pena.
Descanse en paz. Mi mas sentido pesame a la familia.
D.E.P.