Este jueves, a partir de las 22.00 horas, las Murallas Reales bailarán en Ceuta al ritmo de las canciones de Andy y Lucas. Este dúo gaditano hará parada en la ciudad autónoma en el marco de su gira ‘Nuestros últimos acordes’.
Después de 20 años sobre los escenarios esta será, probablemente, su última gira ya que hace unos meses tuvieron que dar esa noticia que jamás pensaban: Andy y Lucas se separan por los problemas de salud de este último.
El Faro de Ceuta ha podido charlar con Lucas para conocer más sobre esta decisión y hacer un repaso de su larga trayectoria.
–¿Por qué han elegido Ceuta como parada de ‘Nuestros últimos acordes’?
–Si te digo la verdad, fue una cabezonería mía, pero una cabezonería a niveles que no te puedes hacer una idea. Por parte de mi padre, yo tengo bastante familia allí y me acuerdo que hace 20 años rodamos un videoclip, tocamos en las Murallas y desde entonces no habíamos ido.
Entonces, dije yo, en 20 años ya ha pasado bastante tiempo sin vernos las caras, así que vamos con muchas ganas. Me apetecía mucho tocar en Ceuta y si hay algún culpable de todo, aparte de Festejos, que lo ha facilitado; ese soy yo.
–Hace unos meses anunciaron su separación. ¿Cómo fue ese momento de tener que tomar una decisión tan difícil?
–Todo vino por causas de salud. Por mi parte, yo he sido durante mucho tiempo el que he animado el cotarro de Andy y Lucas y eso me ha pasado factura con el estrés, la tensión, algo del corazón... Y yo creo que era el momento de hacer una última gira y descansar un poco. Descansar un poco hasta que me ponga bueno y si no me pongo bueno, no se podrá volver.
–Entonces, ¿podemos dejar una puerta abierta a un posible retorno?
–Si me preguntas ahora mismo, te diré que es nuestra última gira. Dentro de un tiempo si voy al cardiólogo y esa ‘valvulilla’ que tengo ahí regular va a mejor y se me va poniendo todo en su sitio, ¿por qué no?
–¿Cómo es la relación entre Andy y Lucas fuera de los escenarios?
–Nos llevamos de maravilla. Andy y yo no somos amigos, somos familia. Si no nos lleváramos bien, hace tiempo que no estaríamos juntos.
Lo nuestro es casi familiar: Cumplen años nuestros niños, quedamos para celebrarlo; si algún día ha necesitado algo, yo se lo he dejado... Esto es más que amistad.
–¿Piensan seguir ligados a la música una vez termine esta gira que llevan a cabo?
–Yo soy autor y compongo para otros artistas y también hay otros proyectos pero que no puedo contar nada aún.
–20 años dan para mucho. ¿Han notado grandes cambios en la industria musical?
–Muchísimos y en muchísimos aspectos. De vender discos a venderse todo digital; el mundo de Internet... Ahora es más fácil ser artista.
Los ritmos han cambiado y en cierto modo puede que eso nos haya podido favorecer porque de tanta saturación de música más moderna o reguetón, puede hacer que haya menos de lo nuestro. Yo puedo mostrar algún guiño al reguetón, pero del reguetón al pop es más complicado y el público cuando va a los conciertos lo que quiere es escuchar batería, guitarras eléctricas, metales... Nosotros tenemos una formación de diez músicos más nosotros dos.
–¿Y ustedes han evolucionado en estos años o han mantenido la esencia?
–La esencia la hemos mantenido respecto a nuestras voces porque lo que intentamos es que, aunque hagamos algún guiño en algún sonido o en algún estilo musical, lo que tiene que seguir sonando es Andy y Lucas. Eso es importantísimo.
"Al principio, lo que queríamos era sacar un disco, crear un grupo, tocar nuestra música..."
–¿Cómo recuerda los inicios? ¿Se imaginaron que podrían llegar a lo más alto?
–Ni por asomo esperaba llegar a la mitad de lo que hemos llegado a día de hoy. Al principio, lo que queríamos era sacar un disco, crear un grupo, tocar nuestra música... Pero de ahí a llenar estadios o plazas de toros, jamás me lo esperaba. Ha sido bastante bonito.
–¿Cómo ha sido la relación con los fans?
–Gracias a ellos estamos donde estamos. Tenemos un público muy leal y en esta gira nos hemos dado cuenta, no sabíamos que la gente nos quería tanto. Ahora mismo podemos ser una de las giras más potentes de España, da igual por donde pasamos, desde La Coruña hasta Ceuta, estamos arrasando.
–¿Qué es lo que más van a echar de menos una vez termine la gira?
–El público y el escenario, porque a fin de cuentas, esa es la meta. Cuando estamos sobre el escenario hay una química con el público que es brutal y una adrenalina que crea el escenario que no te da la calle.
–¿Podría quedarse con una canción?
–Hay bastantes, pero a mi particularmente me gusta la apoteósica del final, ‘Tanto la quería’. También hay otra que se llama ‘Por ella’, que no es muy conocida pero me gusta también mucho cuando la tocamos en directo.
–Aún quedan algunas entradas a la venta, ¿quiere mandar un mensaje a los ceutíes para que no se pierdan este concierto?
–Después de 20 años, volvemos a Ceuta, con el esfuerzo que conlleva pasar nuestra producción por el Estrecho; y merece la pena ir a verlo porque te teletransporta a épocas pasadas y recuerdos hermosos.
El público es muy variado, desde jóvenes hasta personas más mayores, y nos damos cuenta de que hemos conseguido tener un catálogo de público muy importante.
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