Ampliar los espacios marinos protegidos en Ceuta y Melilla

El abandono de los espacios protegidos en Ceuta constituye una de las marcas de identidad de nuestra administración municipal a la que se suma la dejadez del estado central. La situación de Ceuta en este asunto es simplemente incomprensible y extemporánea como hemos venido calificando desde hace años y no parece que vaya a cambiar en breve si atendemos a la ausencia de interés y marcada indiferencia del conjunto de partidos políticos en la asamblea, así parece que somos y esta es nuestra mentalidad nos guste o no los ceutíes tenemos estas carencias como pueblo.

Todo lo cual parece mostrar una falta de amor y pasión por el territorio de Ceuta pues no se comprende que no se apoyen propuestas de protección efectiva y desarrollo del marco conservacionista oficial ni se pongan en marcha los mecanismos para la redacción y ejecución de los planes de ordenamiento y gestión necesarios. Desde Madrid siempre han mostrado mucho interés por los impresos, listas y memorándum varios para satisfacer las ansias de cumplimiento burocrático pero muy corta motivación a la hora de desarrollar la conservación de manera efectiva. Se palpa el corporativismo de estado y el cerrojazo presupuestario entorno a sus intereses y a los protegidos de la administración.

Por supuesto, hay muchos espacios naturales a lo largo y ancho de las costas españolas con patina de protección pero que se encuentran completamente dejados de la mano; no somos los únicos abandonados del estado. Sobra iniciativa legislativa que como de costumbre florece en los despachos y paredes donde se ofrecen las condiciones propicias para el crecimiento vegetativo pero no trasciende al mundo de los hechos y las consecuciones efectivas; la burocracia vive por y para su realidad paralela mientras los ecosistemas esperan eternamente un simple plan de ordenación de sus recursos y los planes de acción acompañados de los necesarios presupuestos para llevarlos a cabo. La situación de Melilla es mucho peor pues nunca tuvieron ni siquiera el más mínimo interés por reflejar en el papel una propuesta sobre protección del medio marino de sus costas. A pesar de contar con un reducido litoral no se desarrollaron iniciativas de conservación que redundaran en la inclusión de alguno de sus espacios marinos sumergidos en las listas de lugares de interés comunitario (los famosos LICs). A pesar del juego chapucero e inconsistente de las administraciones siempre enredadas en sus juegos de poder y entretenimientos varios, siempre hemos atendido las llamadas que se nos han hecho desde la capital del reino para participar en la elaboración de listas de especies, recopilación de datos útiles sobre hábitats y cualquier otra iniciativa encaminada a la conservación marina.

Así que desde el año 2018, venimos colaborando también en el proyecto INTEMARES que trata entre otras cuestiones de ampliar los espacios marinos protegidos en España ya que las propuestas iniciales españolas estuvieron muy alejadas de lo que se esperaba en la UE. Era muy fácil comprobar el déficit de las propuestas españolas si atendemos simplemente a la inmensa línea costera que atesora nuestro país bañado por masas de aguas marinas diferentes y que alberga la mayor diversidad marina de Europa. Nuestra relación con el Ministerio de Medioambiente es longeva de hace más de veinte años y es el Museo del Mar el que por lógica científica lleva el peso de las colaboraciones con el mentado ente estatal cada vez que se solicita su participación; en esta última llamada se nos invitó a formar parte del grupo de trabajo para elaborar una ampliación consistente de los espacios marinos de las costas españolas y el Museo del Mar tiene datos consistentes para opinar de las dos ciudades autónomas y de Canarias. La situación en Ceuta es como venimos indicando de abandono absoluto del espacio protegido marítimo terrestre LIC-ES632001 pero las posibilidades de poder ampliar nuestro peculiar y maravilloso medio marino en términos tanto científicos como estéticos merece una respuesta que invite al optimismo futuro y a la emoción por la conservación.

Desde la propuesta inicial del mencionado LIC que rodea el Monte Hacho, ha pasado mucho tiempo y se han desarrollado nuevos proyectos de investigación en el ámbito marino de Ceuta apoyados desde Septem Nostra pero impulsados y realizados por el Museo del Mar y gracias al Ministerio de Medioambiente y a la Autoridad Portuaria de Ceuta. Nuevos espacios marinos han sido explorados y por lo tanto estamos en condiciones de matizar las propuestas iniciales incluyendo nuevos ambientes y hábitats valiosos que quedaron fuera del ámbito inicial de protección. Entre los espacios propuestos destacan los sistemas de pequeños escarpes diseminados a lo largo de la bahía norte entre Punta Almina y Benzú. Aquí se concentra unas peculiares y ricas comunidades de algas e invertebrados bien adaptadas a las fuertes corrientes que afectan todo este gran pasillo marino. A pesar del impacto negativo que ha causado el alga invasora en estos fondos, estos enclaves contienen especies de algas de gran valor que solo se desarrollan en estos ambientes. Por otra parte, en las zonas más azocadas florecen bosques y jardines de corales con una rica comunidad de invertebrados filtradores y predadores. A pesar de los impactos provocados por el alga y la sobrepesca los índices ambientales relativos basados en un conjunto de variables mensurables desde el punto de vista ecológico son elevados y el conjunto de especies interesantes, peculiares y estructurales constituyen los grandes valores para la protección de estas zonas, además de ser puntos de concentración pesquera y de atracción de grandes pelágicos en determinados momentos del año.

El estudio del bentos de estos lugares está siendo relevante en un trabajo reciente con científicos de varios centros de investigación y la Universidad de Granada (que está dando pasos firmes hacia el estudio del medio marino) en el que estamos definiendo el origen y la distribución de un grupo de corales antiguos mal descritos pero muy citados en trabajos ecológicos del Mediterráneo y el Atlántico Nororiental desde hace más de cien años. En la bahía sur también cabe destacar que se ampliará el espacio marino de forma que incluya la intrincada red de arrecifes costeros someros que se encuentran diseminados entre el Sarchal y Fuentecaballos. Estas barreras rocosas constituyen un hábitat donde se crían muchos peces litorales que encuentran en estos ambientes la protección y alimento que necesitan al abrigo de rocas y algas. Además contiene una enorme población de P. ferruginea y D. petraeum, bancos superficiales de A. calycularis y se forma el bosque de Cystoseira usneoides más elevado de todo nuestro litoral ahora muy mermado por la aparición de la agresiva alga invasora. La zona del Pineo y fondos aledaños completa nuestras propuestas por el gran interés científico de sus arrecifes rocosos someros donde se han descrito varias especies nuevas para la ciencia; culturalmente es un lugar emblemático pues contiene una sagrada imagen de la Virgen del Carmen a la que adoran los buceadores. Además en sus alrededores más profundos se concentra un precioso bosque o jardín de corales muy diverso y poco afectado por las corrientes por lo que tiene características ecológicas muy diferentes. La situación de Melilla es mucho peor pues nunca tuvieron ningún espacio marino propuesto para su protección. Gracias a los proyectos desarrollados a lo largo de los años 2005 y 2012 en la ciudad hermana podemos hacer una propuesta consistente que proteja el acantilado costero de Aguadú donde se desarrollan un precioso conjunto de algas calcáreas bioconstructoras junto a varias especies de corales y briozoos ramificados de gran belleza. Además contiene los bancos someros de A. calycularis más importantes de todo el litoral melillense y los fondos cercanos forman un peculiar paisaje de extraplomos y grandes grietas donde se pueden desarrollan abigarrados conjuntos de invertebrados marinos protegidos de la sedimentación reinante en la zona.