El pasado miércoles 29 de mayo, en el telediario de la noche, se nos mostró un brutal apaleamiento, arrastramiento por el suelo y detención por parte de la policía tunecina hacia unas jóvenes que se estaban manifestando con el pecho desnudo y gritando hasta desgatiñarse, con sus voces rotas de rabia e impotencia, el nombre de ¡AMINA! Estas jóvenes se solidarizaban con la citada AMINA, que había tenido la osadía de mostrar el pecho en internet, y, asimismo, había sido buscada y encarcelada. Hasta aquí la noticia.
Yo quiero solidarizarme con AMINA por haber tenido la osadía y valentía de usar su libertad individual, y con sus amigas y compañeras por manifestarse en un Túnez enloquecido por los radicales islamistas, que pretenden subyugar y conculcar todo derecho y libertad a las mujeres. Asimismo me solidarizo con las mujeres musulmanas en general que luchan por sacudirse el yugo impuesto por la misoginia del hombre.
El futuro de los países islámicos será la mujer, o no será.