Era 2010 cuando Álvaro Siza fue Premio Luso-Español de Arte y Cultura “por crear una relación y vínculo de unión entre Portugal y España a través de su contribución arquitectónica original y diversa, admirada en ambos países”. Por aquel entonces,
paseaba por el centro de Ceuta como autor del proyecto y director de las obras que se acometían
en la Manzana del Revellín. Esta misma semana, José Luis Ábalos, ministro de Fomento en funciones, anunció que sería el Premio Nacional de Arquitectura 2019. A través de Twitter, Ábalos señaló: "Acabo de comunicar a Alvaro Siza que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura 2019. Arquitecto portugués reconocido mundialmente, que tanto ha aportado a la arquitectura y a las ciudades españolas". Una decisión que estuvo muy reñida, ya que no se pudo anunciar quién era el premiado de este año debido a la falta de acuerdo del jurado durante el Congreso Internacional de Arquitectura y Paisaje celebrado en Cuenca. El arquitecto luso cuenta entre otros reconocimientos con el máximo galardón de su especialidad, el Premio Pritzker, que obtuvo en 1992. El Premio Nacional de Arquitectura de 2019 está dotado con 60.000 euros y está promovido por el Ministerio de Fomento.
Artífice de la manzana del Revellín
Álvaro Siza fue el elegido para levantar un proyecto arquitéctonico que se ubicaría justo en el Cuartel del Revellín. Característico de su estilo, lo planteó con formas geométricas y
no estuvo exento de polémica por varios motivos: el primero, el presupuesto, que rondó finalmente los 40 millones de euros; segundo, el mobiliario, que la Ciudad en un principio encargó a una empresa española pero que, tras la desaprobación de Siza, se adjudicó a una empresa portuguesa.
La culminación de las obras de la Manzana del Revellín, en la primavera de 2011, supuso el fin de un proyecto que rondaba en la cabeza de los dirigentes desde los años 90.