Los padres de los alumnos con
necesidades especiales matriculados en el
colegio Andrés Manjón han querido dar a conocer, que no denunciar, que sus hijos carecen de cuidadores. En total, son ocho menores con TEA para una sola cuidadora en todo este centro educativo de Ceuta. Una desproporción que preocupa a las familias porque ella sola “no puede con tantos”. Unos escolares que, por sus características, “no pueden quedarse mucho tiempo en casa porque necesitan continuar con su rutina además de que es su derecho ir al colegio como cualquier niño”. Ellos solo quieren hacer un llamamiento para que las autoridades educativas, cada cual desde sus competencias, pongan una solución cuanto antes. Las autoridades educativas conocen de sobra de la matriculación de estos niños en los colegios desde antes del inicio del curso porque el informe con su diagnóstico ya ha sido depositado en el Ministerio con anterioridad. “¿Por qué no se busca una solución para que empiecen antes, ya sea en el Plan de Empleo o mediante lo que haga falta?”, preguntan.
Apunta a los 17 cuidadores del Plan de Empleo de la Ciudad pero lo consideran “insuficiente” ya que como es “lógico”, admiten, “se ha dado prioridad a los alumnos del Colegio de San Antonio, pero los demás han ido a las aulas abiertas que hay en toda Ceuta. Pero al ‘Andrés Manjón’ no ha llegado ninguna cuidadora ni ningún cuidador”. Aunque todos los principios de curso son complicados por la falta de profesionales cualificados, este año “es el pero” porque a la ausencia de cuidadores se suma que estos alumnos solo cuentan con una maestra de Audición y Lenguaje. “Teníamos dos profesoras y han quitado una, es decir, solo hay una para todo el colegio. Por desgracia, muchos niños no van a tener esa sesiones”, han lamentado.
La reja para evitar caídas, instalada
Las carencias no son solo de apoyo docente, sino también material. El hijo de una de estas familias estuvo a punto de caer de una segunda planta porque, en primer lugar, no tiene cuidadora en clase pero, además, porque había una ventana que no tenía rejas de protección aún sabiendo que en el centro hay estudiantes con necesidades específicas. Han tenido que esperar dos semanas hasta que, finalmente este viernes, el organismo competente ha instalado la reja, de lo cual están enormemente agradecidos. Del resto de reclamaciones, igual de acuciantes, continúan sin saber nada. El niño estaba en clase con el resto de sus compañeros, unos 24 alumnos, y la tutora, como admiten los padres, “no puede estar al tanto solo de su hijo”. Afortunadamente, reitera la madre, la maestra actuó a tiempo y evitó que el niño sufriese un accidente. Pese a todo, decidieron que el pequeño no volviese al colegio porque, temen, podía volver a suceder con otro desenlace muy distinto. Ahora ya podrá hacerlo para tranquilidad de su padres. Las familias han acudido a la Ciudad Autónoma donde, indica, han trasladado su preocupación al consejero de Educación y los responsables les han prometido que agilizarán las soluciones dentro de su ámbito. La Consejería de Educación no es la única puerta a la que han llamado. También han enviado un correo electrónico a la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (
MEFP), incluido a Yolanda Rodríguez, así como a diferentes inspectores. Tras personarse varias veces en su sede en calle Echegaray, se reunieron con un inspector quien reconoció que tiene constancia de todo lo ocurrido y que las medidas están en marcha. “Solo pedimos una solución, la que sea, porque estos niños existen y están en su derecho de tener un cuidador”, han destacado.