Unos 300 estudiantes de Humanidades de los seis institutos de Ceuta han disfrutado este jueves en el Salón de actos del IES Siete Colinas junto a sus compañeros de otros centros que también estudian por esa misma rama de 'Ahora mismitos', la representación con la que el actor Antonio Blanco versiona y actualiza distintos mitos clásicos.
La iniciativa del Departamento de Latín del IES Luis de Camoens, a la que se han sumado con entusiasmo los de todos los demás centros, pretendía estrechar lazos entre el alumnado que estudia Latín, Cultura Clásica y Griego en la ciudad autónoma, una iniciativa con antecedentes hace casi diez años a la que se prevé dar continuidad en primavera con una yincana mitológica.
Durante una hora y media, Blanco se ha centrado en los mitos de Faetón (hijo de Helios y de Clímene que alardeaba con sus amigos de que su padre era el dios sol), el de Afrodita y la Guerra de Troya (que aparece en la epopeya La Ilíada) y el de las ninfas y sátiras vinculado al de Orfeo y al momento en el que este fue acosado por aquellas.
El actor ha implicado a cuatro estudiantes sobre el escenario y ha buscado continuamente la colaboración y complicidad del estudiantado en la actividad, en la que el alumnado se lo ha pasado “estupendamente”, según han explicado docentes involucrados en la propuesta.
Buscan que los estudiantes se interesen por la mitología clásica
La iniciativa buscaba incentivar y acrecentar el interés de los estudiantes de Humanidades tanto de Secundaria como de Bachillerato por la mitología clásica desde el humor más desternillante. Blanco lleva esta propuesta con forma de monólogo cómico por centros educativos de toda España.
Para los impulsores de traerla a Ceuta no cabe duda de que “la utilidad dominante de los saberes en nuestras aulas está matando de forma progresiva la memoria del pasado, las disciplinas humanísticas, las lenguas clásicas, la fantasía, el arte, el pensamiento crítico y el horizonte civil que debería inspirar toda actividad humana”.
“Es innegable”, argumentan, “que vivimos en una sociedad en la que es fácil que el alumnado se rinda a las pantallas, la inteligencia artificial y otros saberes mal llamados prácticos, mientras que, de manera paralela, resulta cada vez más difícil hacerle entender a nuestro alumnado para qué pueden servir la música, la filosofía la literatura o el arte”.