Después del almuerzo de Navidad, donde se aprovechan todas las sobrar de nuestra Noche Buena, hubo una revelación, de las que me gustan, ya que lo paranormal me encanta, donde una joven desveló un secreto precioso: "Estuve al lado de mi abuela, que murió hace doce años, y me dijo con una voz muy débil, parecía como si estuviera lejísimos: "Nena sé fuerte".
Rápidamente mi empeño por sacar algo en claro me indujo a preguntar le si se acordaba de la vestimenta que portaba su parienta y ella sin dudarlo dijo: "Un vestido azul".
Hubo mucho lloro en aquella habitación y una de las mujeres con más categoría, por tener más edad, reseñó y alguna vez la había visto con tal vestimenta.
La "nena" mirando al fondo y sin pestañear habló: "Si la tengo la foto en mi mesita de noche".
Otra mujer añadió que aquel recuerdo fotográfico era de hacia tantos años, como los que tenía al "nena", ya que fue su bautizo.
Pero todo se complicó cuando señaló a la puerta y dijo: "Allí está ella con el mismo traje".
Todos miramos hacia la puerta de la calle y nadie vio nada, nos quedamos con la boca abierta y la "nena" se levantó y puso primero una mejilla, luego la otra, y posteriormente dio un ósculo, todos lo presenciamos y quedamos mudos.
Esperamos a que se sentará la "nena", y ella todavía mirando hacia la puerta dijo: "Adiós abuela".
Mis ojos se salían de las órbitas, y la verdad que tuve una sensación de frío y a los pocos segundos volvió a hablar: "Me pide la abuela que os diga que ella estará siempre conmigo".
No hubo más preguntas y si mucho silencio, el mismo que hay en los instantes de escribir está vivencia.