Alimentar y enseñar

Más de un año ayudando a sus vecinos. Ese es el balance de una iniciativa que surgió de la ceutí Habiba Lammaghi y un grupo de amigas cuando decidieron poner en marcha un banco de alimentos de manera autónoma con aportaciones de decenas de ciudadanos que decidieron auxiliar en un principio a doce familias “que no tenían ni para comer”.
Ahora ya son casi medio centenar y sobre todo el perfil de esas familias es de un matrimonio joven con numerosos hijos que tan sólo cobran la ayuda de los 400 euros y que entre el alquiler, los gastos en luz y agua apenas les queda dinero para alimentar a los niños.  
“Creemos que en Ceuta no hay pobreza pero hay mucha y cada vez más y lo más importante es que queremos ayudar no solamente a esas personas dándoles alimentos, sino procurando que consigan una fuente de ingresos”. Esta semana celebraron el aniversario de la creación del banco de alimentos con una merienda solidaria en la que más de 700 personas pagaron 10 euros para poder acudir, disfrutar y contribuir a la causa.
Las organizadoras aprovecharon el momento para presentar el proyecto de la formación de algunas de las mujeres que reciben su ayuda para que puedan servir como camareras en bodas y fiestas, “que muchas veces hay que decir que traen a personal de Marruecos y aquí ya tenemos a gente preparada”.
Lammaghi también está en paro, pero junto a sus compañeras, una de ellas profesora, otra ahora en el Plan de Empleo, dedica parte de su tiempo a lo que considera una “causa fundamental”, y es que “no se puede echar la vista hacia otro lado cuando tus vecinos pasan dificultades tan serias y viven situaciones muy desesperantes”.
La pobreza no entiende de barriadas, aunque reconocen que en el centro no hay tantas personas a las que atienden: Loma Colmenar, Hadú, el Príncipe, Benzú... “Se está pasando mucha necesidad y ésa es la realidad. Estamos muy contentas de poder ayudar cada vez a más personas, pero si en un año se ha incrementado tanto la bolsa de beneficiarios, tememos que cada vez vaya a más y se nos escape ya de las manos”. De ahí el objetivo de la merienda solidaria,  a través de la cual se incrementan los fondos para seguir atendiendo a medio centenar de familias.
Recientemente, desde Asuntos Sociales se reconocía la necesidad de incrementar a las personas receptoras del Ingreso Mínimo de Inserción Social y otras entidades como el Banco de Alimentos, Cáritas, Cruz Roja o la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, llevan tiempo alertando que la situación en Ceuta está llegando a cotas alarmantes. Los niveles de pobreza se incrementan a medida que pasan los meses y la solidaridad es clave.