La cuestión es cuál será el cadáver, si Pedro Sánchez y sus palmeros, o si este ególatra se llevará consigo a todo el PSOE. En Andalucía ya lo ha conseguido, y en Castilla - La Mancha y Extremadura están poniendo las barbas a remojar. En Ceuta, el PSOE ni está, ni se le espera, sobre todo después de la callada y el pesebrismo ante la canallada de castigarnos con los presupuestos en aras a una Cataluña pirómana.
El PSOE hace mucho tiempo que dejó de vivir políticamente. Desde que Zapatero se hizo con el poder en detrimento de José Bono, por tan solo 9 votos, el socialismo español dejó de ser socialdemócrata para pasar a erigirse como construcciones muy personalistas: primero en torno a la figura de Zapatero, y ahora a la de Pedro Sánchez.
El PSOE no tiene ningún programa ni proyecto para España. El PSOE tiene un proyecto personal para Pedro Sánchez. Tan solo hay que asomarse a la estrambótica e irresponsable política de nombramientos que gira entorno al flash de la prensa rosa y el nepotismo, o al uso más vil de los recursos del Estado para darse una vida cargada de lujos, escándalos y gestos excéntricos.
El PSOE, de manos de su presidente, a la sazón Presidente del Gobierno de España por el apoyo de quienes quieren destruir España, recogió y asumió 21 puntos que son moral, ética, legal, y democráticamente inasumibles.
Ahora, por fin, comenzamos a saber el precio que está pagando toda España para que Pedro Sánchez siga sentado en el despacho de Moncloa, siga utilizando el Falcon presidencial para acudir a un concierto con su flamante esposa con un trabajo de postín, y siga acudiendo en helicóptero a la boda de su cuñado.
Cualquier estudiante de bachillerato poco avispado apercibiría en los 21 puntos, cuando menos un desacato al orden constitucional y, por tanto delito. Y teniendo un poco de memoria evidenciaría que los 21 puntos sólo benefician a la plutocracia cleptómana de la burguesía catalana que se ha venido beneficiando del resto de España durante siglos. Cataluña nos roba.
Pero hete aquí que el Sanchismo en su deriva narcisista intenta confundir, engañar a todos con eufemismos y vanos intentos de ocultaciones de hechos más que evidentes que se resumen en la rendición del Estado español frente a la demanda de quienes apoyan al sanchismo. Es decir, todo el Estado puesto a disposición de Pedro Sánchez.
En manos de estos no solo están en peligro nuestras pensiones, lo está toda nuestra forma de vida. Si de ellos dependiera, son capaces de llevarnos, de nuevo, a una guerra civil. Les da igual todo, son capaces de justificar todo, tragan con todo, y todo lo hacen para mayor gloria de su líder , Pedro Sánchez.
Aunque ahora parezca que algunos líderes del PSOE no están de acuerdo con la deriva y el cariz que este Gobierno está tomando, no pierdan de vista que tan solo obedece al temor de perder las elecciones autonómicas y locales, y nunca por el verdadero interés de defender el sentido común y la sensatez.