La suciedad en las calles de Ceuta está siendo una problemática muy importante en los últimos meses. Los incívicos crecen a pasos agigantados y eso hace que preocupe a la ciudadanía y a las administraciones que no ven cómo solventar esta situación. En esta ocasión, un vecino de Los Rosales se ha puesto en contacto con El Faro para denunciar la situación que llevan tiempo soportando, sobre todo en los aledaños de la cárcel antigua, ya que la cantidad de basura se acumula cada vez más y ya incluso está próxima a las casas de los vecinos que colindan con ese lugar. Una situación difícil de sostener porque a pesar de la limpieza que realizan los operarios de la Ciudad es insuficiente.
Mohamed Abdeselam ha explicado que la situación de descontrol en la barriada va en aumento, y que están “hartos” de tener que vivir entre la basura. “Esta situación se está alargando en el tiempo, y los vecinos no podemos vivir así. Pagamos nuestros impuestos y no podemos tener que estar sorteando los residuos para poder caminar tranquilos por la calle. Aquí vivimos desde personas mayores a bebés, y es una situación complicada, ya que encima hay un olor insoportable por todas partes”.
Asimismo, en el mismo sentido, Abdeselam no ha querido solo culpar a la administración y critica que haya personas que vengan con “furgonetas” a depositar la basura en la zona, cuando hay sitios habilitados para hacerlo. “No es solo culpa de la Ciudad, y mucho menos de los basureros. Vienen a limpiar, pero en esta ciudad hay muchas personas incívicas y se creen que esto es el nuevo vertedero. Vienen con las furgonetas, sueltan la basura y se van como si nada hubiera ocurrido”.
Por último, Abdeselam sí ha querido pedir más presencia policial de la que hay en la actualidad, sobre todo en horario de noche. “Desde la entrada masiva en el mes de mayo, aquí cada vez hay más inmigrantes y lo peor es que se producen peleas cada dos por tres, lo que crea una inseguridad para todas las personas que convivimos aquí. Pido más presencia policial por las noches. La Policía viene, pero pasa de largo sin bajarse siquiera y por eso ellos hacen lo que quieren”.
Por favor, venid a fumigar al Príncipe , por la zona del Reina sofia, zona donde estan los contenedores. Hay unas ratas del tamaño de conejos, cucarachas y eso sumado a la gente guarra que hay en esta zona e incivilizada por la que pagamos otros.
Hay puntos en la ciudad q deberían poner cámaras por ejemplo detrás de la cárcel vieja....y así ya no tiran más escombros y basura.es q no hacen nada al respecto na más echarles las culpas a los incívicos y así no se solucionan los problemas.mano dura con estos guarros!! Queremos soluciones!!!
Hay que ser guarros! !!!! Animales!!!!
Hay dos puntos a tener en cuenta:
1° No todos los vecinos son personas cívicas.
2° No todos los inmigrantes ilegales son delincuentes.
Con respecto al primer punto, hay que educar en la concienciación de algunos vecinos que tiran electrodomésticos, muebles, desechos orgánicos,...que produce un "efecto llamada" de otros vecinos incívicos de diferentes puntos de Ceuta, convirtiendo esta zona en un auténtico vertedero.
En relación al punto dos, si la administración no tutela ni garantiza una adecuada atención sanitaria a este colectivo, será un problema más que se sume a este descontrol migratorio que se vive en nuestra ciudad.
Tampoco no debemos criminalizar a este colectivo, aunque no hay que descartar que en esa entrada masiva, hubieran individuos que son habituales delincuentes en su país de origen ( robo con violencia y pequeňos huertos) y casos sospechosos de sujetos con perfiles criminológicos que todavía la policía no tiene datos claros, salvo los casos aislados que están apareciendo ( agresión a un joven, presunto delito de abuso a un menor,...).
Volviendo al punto 1, en Ceuta somos incívicos y no solo en abandonar en la vía pública, electrodomésticos, muebles,..., y ahora, las dichosas mascarillas, sino que nos encontramos con actitudes y comportamientos que se extrapolan a zonas naturales como el campo o la playa; no estamos educados para convivir con la naturaleza.
Curiosamente nos hemos habituado a delegar el trabajo sucio a los trabajadores transfronterizos y no en asumir nuestras responsabilidades comunes ( Ciudadanos-Administración).