El alcalde Vivas ha sido distinguido en Sevilla con el Premio Talento, que dicen que es un reconocimiento por el “trabajo realizado a lo largo de los últimos años respecto a la promoción del emprendimiento, las nuevas tecnologías y el apoyo a la cultura del esfuerzo”.
Ahora solo falta que se lo crea para que el resto veamos en ese premio algo más que un reparto de alabanzas de un club de amigos con poder hacia otros. Algo así como una quedada en la que los elegidos nunca salen perdiendo.
Que el alcalde vuelva de Sevilla con ‘talento’ podría venir bien a una tierra cada vez más enrarecida en la que los que viven bien cada vez viven mejor, mientras que quienes comen todos los días de la misma basura carecen de aspiraciones por conseguir el cambio. Y eso es grave, moralmente inaceptable y peligroso para el futuro de Ceuta.
Al alcalde le ha faltado ‘talento’ durante muchos años, los mismos que ha invertido en parchear las quiebras sociales a base de planes de empleo y ayudas sin sentido que no curan las heridas, solo las taponan temporalmente.
Y así tenemos una Ceuta cada vez más enfrentada, con generaciones sin puertas que abrir. Y no porque no tengan ganas de hacerlo, esa es la excusa para culpar al que no es responsable de la situación. Ver esta realidad debe ser el objetivo que todos deberían tener claro, al contrario seguimos enfrascados en mantener una mentira mientras “se siga viviendo”, que parece ser lo único que importa.
El premio al talento para un alcalde debería ser un choque con la más absoluta realidad de la tierra que le tocó gestionar. Una realidad compleja, inquietante, obligada a ser analizada con el detenimiento merecido. Otra cosa es que lo crea.
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Que razón tiene Carmen Echarry. El premio debería llamarse: Premio Compadreo. Ahí están los que le doran la píldora siempre.
¿talento? Por favor....Esto es un insulto a los ceutíes