El próximo 1 de enero el Hospital Militar pasará a prestar únicamente servicios de clínica. Varias son las consecuencias de este acuerdo alcanzado entre los ministerios de Defensa y Sanidad. Uno de ellos afecta a 700 afiliados del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas), beneficiarios de una cobertura sanitaria que se extinguirá el próximo 1 de noviembre.
Isfas se ocupa, entre otras contingencias, de ofrecer protección social en cuestión de asistencia sanitaria a los profesionales y familiares de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. En Ceuta hay 10.534 afiliados, contando titulares y beneficiarios, según consta en la memoria correspondiente al ejercicio de 2010. De esos casi 10.400 afiliados, 700 no se han acogido a los servicios de la seguridad social o de operadores privados, organismos con los que Isfas mantiene un concierto.
Con objeto de que estos 700 afiliados ceutíes no se vean sin cobertura hospitalaria el próximo 1 de noviembre, día en que el centro sanitario militar cesará sus funciones nominales, la gerencia de Isfas ha anunciado a tal efecto la apertura de un plazo, del 15 de septiembre al 1 de noviembre, en que sus afiliados podrán cambiar la cobertura de la sanidad militar por la del Ingesa –si la elección es la pública– o la de Adeslas o Asisa –si el operador escogido es el privado–.
La de Ceuta es una de las nueve delegaciones especiales de Isfas en España. Su delegado es el teniente coronel Carlos Pavón, quien informó a este periódico de que la gerencia de la entidad social ha procedido a comunicar en tiempo y forma mediante envío postal a sus afiliados acerca del cambio de estatus al que el cierre del O’donnell ha obligado.
Asimismo, el delegado de Isfas en Ceuta aclaró de que la prestación farmacéutica continuará siendo como hasta la fecha, dado que el cierre del Hospital Militar no afectará de ningún modo a la cobertura en materia de atención de farmacia.