Las altas temperaturas que estamos sufriendo durante este mes de agosto no sólo afectan a los alimentos, que se pueden descomponer y dar lugar a bacterias, sino que en algunos casos, también afectan a los medicamentos que tenemos en caso y, sobre todo, a los que tenemos que trasladar. Por ello, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recuerda la importancia de tener en cuenta estas condiciones y las enmarca en cinco sencillos consejos a seguir en caso de ola de calor.
El primer lugar recomienda leer bien el prospecto, pues en él se recogen las indicaciones para la conservación del producto. En aquellos medicamentos que requieran condiciones especiales de temperatura de conservación, estas aparecerán especificadas en el envase. Existen medicamentos a conservar entre los 2 y 8 grados, que deberán permanecer siempre en nevera.
Medicamentos a conservar a menos de 25 o 30 grados, que aún cuando la temperatura ambiente supere esporádicamente los 40ºC, no afectará a su conservación, ya que temperaturas superiores a 40ºC en España ocurren de manera puntual y no constante durante todo el día.
Algunas formas farmacéuticas (cremas, óvulos, supositorios,…) que son más sensibles a las elevaciones de temperatura, si al abrirlas su aspecto se ha modificado, no deben utilizarse. Si se realizan viajes, es desaconsejable mantener los medicamentos en maleteros o habitáculos de los coches a pleno sol porque se pueden alcanzar temperaturas muy elevadas. Muchos medicamentos no requieren de condiciones especiales de temperatura de conservación, pudiendo mantenerse a temperatura ambiente.
El pasado mes de julio, a pesar de la sensación generalizada, no fue más caluroso que julio de 2018, pero los datos de los primeros días que llevamos de este mes de agosto indican que ha empezado mucho más fuerte que el del año anterior, provocando un importante crecimiento de las temperaturas en nuestra ciudad, así como la sensación térmica.