La Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) ha trasladado a Ignacio Cosidó, durante el encuentro que el director general de la Policía con el PP mantuvo ayer con algunos sindicatos, la necesidad de crear una unidad de frontera. La asociación, la única de la Benemérita que acudió a la reunión mantenida en el Hotel Puerta de África, considera que esa unidad deberá estar formada por “personal especializado”, que disponga de “ropa adecuada” para no sufrir quemaduras producidas por cal viva y que “nunca se vea mermada” en número, ya que sus agentes estarían en exclusiva dedicada al control del perímetro.
Así lo ha explicado la AEGC a El Faro, ya que considera que la vigilancia en el vallado no puede estar sometida a momentos concretos en los que pueda haber mayor o menor número de agentes sin los medios de protección adecuados. En un informe entregado por un miembro de esta asociación a Cosidó y al que ha tenido acceso este periódico, se detalla la situación que se vive hoy por hoy en el perímetro.
Una situación extrema que requiere además de esa unidad concreta que se activen “patrullas mixtas” en la valla para mejorar el control actual. De algunas de las entradas masivas las fuerzas marroquíes han avisado in extremis, sin que la Guardia Civil pudiera hacer algo, mucho menos activar a los GRS a tiempo, por lo que los propios integrantes de la Compañía han tenido que contener las llegadas. Las fuerzas marroquíes carecen de medios para avisar a tiempo, habiendo entradas en las que las alertas se han cursado cuando los inmigrantes estaban ya a escasos minutos del perímetro.
AEGC pide además más medios para hacer frente a una situación marcada, en las últimas entradas, por la extrema violencia, tal y como puntualizó el Instituto Armado en sus comunicados oficiales. Una manera que ha ido cambiando y que encuentra un antes y un después tras el 6F.
Sucesos 6-F
Antes de los sucesos de febrero de 2014, la Benemérita estaba autorizada al empleo de material antidisturbio. Una medida que retiró el propio PP a la vez que complicaba la aproximación de los inmigrantes hacia los espigones y, por tanto, hacia el mar. El salto de la valla se tornó entonces en la vía más explotada.
Tal y como ha explicado la asociación en ese informe a Cosidó, para la práctica de los saltos los subsaharianos venían con varios pantalones y chaquetas, pinchos para trepar y zapatos.
A lo complicado del salto debían sumar la carrera posterior. Una preparación imposible para muchos ante una escala que resulta complicada.
De ahí se ha pasado a reventar el vallado como sucedió el 26J y este miércoles. Y en este ámbito también ha habido una evolución: del empleo de machotas se pasó a las cizallas, a las radiales eléctricas y, por último, al uso de cal viva y ácido. “Mientras unos tienen el fin de reventar el vallado otros, en los extremos, se dedican a evitar que los agentes marroquíes lleguen hasta el centro en donde se está violentando la valla. En cuestión de minutos lo han conseguido”, advierte la asociación.
Indefensión
AEGC advierte además de que con la construcción de pistas en el lado marroquí se la ha puesto el camino “más fácil” a los inmigrantes que se encuentran “con autopistas” ya que es más complicado correr por campo que por zonas allanadas. “Sin pretenderlo se les ha puesto más facilidades. En menos de cuatro o cinco minutos están ya en el vallado”.
A la pérdida de zonas neutrales donde podía patrullar la Guardia Civil ya que han sido ocupadas con construcciones por Marruecos se añade la situación en la que, advierte la AEGC, tienen que actuar los agentes, en una “lucha cuerpo a cuerpo. Con una masa tan grande de personas el riesgo es mayor, y esto es malo para los guardias civiles y para los propios inmigrantes”. La Asociación ha advertido a Cosidó de la indefensión de la propia Guardia Civil.