Un eslogan es una frase corta y fácil de recordar que se utiliza como reclamo publicitario. Hemos leído más de una vez el eslogan ‘Ceuta Ciudad Abierta’. Fue reclamo oficial de la ciudad, pero no hay eslogan que cien años dure, ni chapucero que lo resista.
A final del año presentaremos a los turistas un puerto amurallado, cerrado, feo y tercermundista. Una irresponsabilidad que tratan de vendernos como la panacea de la seguridad ciudadana en el puerto. Una cagada -perdonen la expresión- que nos la quieren presentar como un gran proyecto de seguridad ciudadana cuando es una quimera apta para inocentes y abrazafarolas. Esa será nuestra carta de presentación para turistas y la penitencia que pagamos los ceutíes que no podemos pasear por el puerto como cuando éramos niños, porque se nos prohíbe el paso por estar documentados, ser de Ceuta, algo triste, pero cierto. Ahora nos toca pasear viendo un gran muro amurallado.
Pensar que los problemas de seguridad ciudadana en el puerto se solucionan con muros y rejas sobre muros retrata al titular del proyecto como un perfecto desconocedor de los problemas de seguridad ciudadana del puerto y de nuestra marinera y acogedora tierra. Pueden tener muy buena voluntad, las mejores de las intenciones, pero con voluntad y buenas intenciones no se soluciona un problema endémico, que no necesita muros, ni rejas que ya están colocadas. Se soluciona analizando el problema real, de donde parte, quién lo provoca y, por supuesto, una vez analizado, ser constante porque los parcheos no solucionan los problemas de seguridad ciudadana de este calado.
Las escolleras próximas al puerto son aprovechadas por ciudadanos marroquíes como lugar de refugio y para esconder lo que roban o pueden recoger de la calle. Estos marroquíes entran con su pasaporte y una vez en Ceuta lo entregan en custodia a un familiar o los guardan en un lugar seguro. No son inmigrantes irregulares, son ladrones profesionales que provocan reyertas, incluso en más de una ocasión han arrebatado la vida a otros residentes de las escolleras. Allí hacen sus casas, algunas bien acondicionadas, si entendemos que duermen en colchones, tienen sus infiernillos para calentarse café o hacerse de comer. Estos delincuentes profesionales cuando tienen un botín o han recogido de los basureros cosas de valor recogen su pasaporte y regresan a su país perfectamente documentados y vuelta a empezar.
Hay otros residentes magrebíes, argelinos o marroquíes, que dicen ser argelinos para que no los rechacen y que entran igualmente. Estos intentan una y otra vez colarse en los barcos, meterse debajo de los camiones o buscan cualquier recoveco para poder pasar a la península. No suelen robar, aunque en ocasiones se enfrentan entre ellos -marroquíes y argelinos-, aunque como de todos es sabido que los argelinos suelen ser más problemáticos. Que no suelan robar no significa que no lo hagan. No podemos olvidarnos de los menores no acompañados que deambulan por el puerto, corretean a los guardias civiles, guardamuelles y policías nacionales. Todos conocemos la dificultad de controlarlos y la imposibilidad de rechazarlos al ser menores.
Esa es la situación, un puerto con marroquíes que entran con documentación y se presentan como indocumentados. Estos cuando son identificados y se demuestra su nacionalidad son rechazados al vecino país, aunque no tardan en volver. Unos argelinos o que dicen serlo, que no pueden rechazarse a Marruecos porque no los aceptan por no ser nacionales del país y unos menores que no se adaptan al centro y que quieren pasar a la península.
Todos ellos tienen un denominador común -24 horas para intentarlo- les sobra tiempo para trepar muros, hacer escaleras, trepar por cuerdas o bajar por las mismas cuando sea necesario. Una vez que consigan bajar nos encontraremos en la misma situación: un guardia civil para cubrir una amplia zona con almacenes, lugares de difícil visión y una legislación permisiva para estas situaciones. Un sólo guardia para tratar de parar, prohibir el paso o identificar a decenas de personas a las que una vez identificadas se les expulsa de puerto porque no estar documentado no es ningún delito y, por tanto, después de identificarlo se ponen detrás de la verja del propio puerto y vuelta a empezar. Esa es la situación y eso no se soluciona con un muro que sortearán al principio en media hora y después en cinco minutos, porque prepararán artilugios para rebasarlo con facilidad, como ya lo han hecho en otras ocasiones.
Igual somos muy repetitivos, pero la Asociación Española de Guardias Civiles no parará de denunciar que la situación del puerto no se soluciona con medidas chapuceras, ni con muros ni obstáculos que solo servirán para que más de uno se caiga y lo tengamos que trasladar al hospital. Hacen faltan guardias civiles, un protocolo de actuación, una Aduana del Tarajal difícil de burlar y una costa bien protegida con el mismo fin. Insistimos, no sirven medidas puntuales como batidas en las escolleras, hacen faltan batidas diarias que hagan ver a estas personas que las escolleras y el puerto no pueden serviles de refugio, ni de domicilio, ni de almacén donde custodiar los objetos que tratan de pasar para Marruecos.
Hace meses AEGC decía que hacían falta guardias civiles para acabar con el problema del narcotráfico y la inseguridad ciudadana en La Línea de la Concepción y el Campo de Gibraltar. Allí también pusieron obstáculos para impedir pasar a las embarcaciones de alta velocidad ‘planeadoras’ y se tomaron medidas de todo tipo, pero no daban resultado. Hoy se han acabado las chulerías, la llegada de embarcaciones de alta velocidad, las ostentaciones de estos delincuentes, porque el Gobierno decidió poner un gran muro, un obstáculo, una gran muralla que garantiza la seguridad ciudadana donde esté. Una muralla de guardias civiles que saben hacer su trabajo y una legislación adecuada.
La AEGC tiene toda la razon del mundo.Son los tecnicos en seguridad, como lo son ellos, los que deben de informar a los "politicos portuarios" de las medidas pertinentes a adoptar.
A algunos se les llena la boca de euros al mencionar el paston que se van a gastar en la GRAN MURALLA CHINA, y lo que deben de hacer es poner interes en que se adecue la plantilla de la Guardia Civil, ya veran que pronto se acaba con el problema portuario.
Solo queda una cosa, decirle a Mr. Doncel, que el puerto es Ciudad, y que los controles se deben de hacer en la Frontera y perimetro fronterizo, y no reducir mas el espacio que tenemos los ceuties para vivir.
Más claro imposible. O todos a una o estamos perdidos. Gracias AEGC por seguir insistiendo, no cejéis por favor. PROHIBIDO RENDIRSE.
Totalmente de acuerdo pero como siempre el político no escucha a los profesionales y la siguen cagando