La Asociación Española de la Guardia Civil (
AEGC) ha denunciado la falta de personal que hay en el puerto de Ceuta para controlar las situaciones de inseguridad que se generan, como las vividas en la madrugada del lunes con la generación de una
auténtica batalla campal en la zona restringida del
puerto. La asociación critica la sensación “de impunidad” que se vive, que afecta no solo a los guardias civiles, policías portuarios o trabajadores de empresas asentadas en la zona, sino también a los propios vecinos de la Junta de Obras del Puerto. “Es una vergüenza y un
auténtico peligro”, expone en declaraciones a este periódico.
AEGC insiste en cuáles son, a su juicio, las soluciones. Y estas no pasan precisamente por la construcción de un muro de hormigón como el anunciado por la Autoridad Portuaria, sino por el incremento de agentes y por la creación de una unidad de seguridad del puerto, integrada por un número concreto de guardias civiles y cuya misión sea la de controlar de manera específica este punto.
Esa unidad sería la encargada de hacer redadas continuas, casi diarias y no aleatorias como ahora se llevan a cabo. De esta manera, argumenta la AEGC, no aumentaría el número de inmigrantes en las escolleras ni se permitiría la generación de auténticas mafias como hay ahora. Porque con la etiqueta de mafias señalan a los que están detrás de los atracos, del abuso a menores y de su uso para la comisión de delitos.
La asociación advierte de que muchos de los inmigrantes que se ocultan en las escolleras “son delincuentes” y recuerda los casos de apuñalamientos mortales o de abusos sexuales ocurridos dentro de esas cuevas. “Es un peligro permitido contra el que se tiene que actuar”, resalta.
Recuerda, a modo de matiz en torno a este asunto, que en operaciones llevadas a cabo se han intervenido cuchillos, hachas y armas blancas de todo tipo además de que los implicados acostumbran a actuar de manera coordinada como sucedió la pasada madrugada, cuando hacían filas para pasarse las piedras unos a otros y arrojarlas al interior de las escolleras portuarias.
Además cuando se hacen batidas se comprueban auténticas situaciones de descontrol como adultos que constan con varias identidades y antecedentes además de menores que se han fugado de ‘La Esperanza’ repetidas veces o los que son de nuevo ingreso y que nunca hasta ese momento habían sido detectados por las fuerzas de seguridad. Es decir, cruzaron el Tarajal sin ser vistos.