En 15 segundos se trepa la valla coronada con peines invertidos. 15 segundos, un tiempo en el que todavía no han aparecido las patrullas de la Guardia Civil en el perímetro porque las activaciones de los sensores se producen con retraso. La traducción de esto se aprecia en el goteo constante de entradas de inmigrantes subsaharianos, sobre la que advierte la Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC), que insta al Ministerio de Interior a actuar de inmediato y arreglar las deficiencias técnicas del perímetro. Así lo han trasladado en declaraciones a El Faro de Ceuta, declaraciones enmarcadas en unas jornadas en las que las entradas son diarias, aunque no trascienden tanto como otras en los medios de comunicación.
Hay días que cruzan 5, otros 4, otros dos... y casi siempre por el punto de Benzú. El goteo en las entradas es mucho más preocupante que los intentos de pase masivo, estos últimos se aprecian sin problemas a través de las cámaras centralizadas en el COS pero de los primeros se tiene constancia cuando ya la persona ha entrado.
Tal y como explica AEGC a este periódico, desde la obra de retirada de las concertinas se dañó el sistema de sensores cuya activación se produce con retraso lo que incide directamente en la detección de esas entradas. Cuando la alarma salta y se localiza el punto por donde están accediendo estas personas ya es tarde porque han superado la primera de las vallas y ya están sorteando la segunda. Esto se refleja en un aumento de las entradas de subsaharianos por esta vía. El trasteo efectuado por la empresa encargada de la retirada de las concertinas y la colocación de peines invertidos y tubos ha dañado el sistema de activación de los sensores, afectado por un retraso clarísimo ya que no salta en el momento en que el inmigrante toca la primera de las vallas. Cuando suena la alarma ya es tarde.
AEGC insta al Ministerio de Interior, responsable de la obra de la valla enmarcada en el ambicioso plan Marlaska de impermeabilización de la frontera sur, a que solucione una problemática que puede tener su consecuencia más sangrante en los propios guardias civiles porque se ponga en cuestión su trabajo. La costumbre de las instituciones es culpar al agente de las consecuencias de esa presión, cuando en este caso el agente no tiene constancia de esa entrada hasta que prácticamente se ha producido y la persona está alejada del ámbito próximo al perímetro.
Por las noches los inmigrantes se acercan y esperan al día para bajar por el monte y aproximarse ocultándose entre la maleza. El salto por las dos vallas se detecta tarde, la reacción se ajusta a los tiempos marcados que no son los adecuados. En un informe realizado por la propia Guardia Civil cuando Interior no había iniciado la retirada de las concertinas, se cifró en 5 minutos el tiempo que costaba bajar esa valla sorteando la hilera de alambres que serpenteaba los más de 8 kilómetros de blindaje perimetral. Hoy, con los peines, ese mismo cruce se consigue solo en cuestión de segundos.
Interior no ha cumplido los plazos y, además, tampoco ha colocado los tubos y elevado la valla como pretendía, dejando buena parte de la zona al descubierto o solo con los peines invertidos, elemento que tardó meses en elegir como la solución idónea.
AEGC responsabiliza directamente al Ministerio, a la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska, a la que señala como causante de un goteo que ven más peligroso, exigiéndole el arreglo de los sensores y alarmas y responsabilizándole de la situación de control que se da en el vallado.
El propio Ministerio mantiene contratos con la empresa responsable de la obra y del mantenimiento de la valla que, a todas luces, no se está ejerciendo como debiera. Y no es siquiera una cuestión de la que sean responsables los agentes a pie de frontera o los propios jefes de la Comandancia de Ceuta, sino que lo es ese olvido permanente hacia un vallado que se convirtió en una promesa política, en una ambiciosa obra anunciada por Interior que se mantiene aparcada a tenor de las situaciones sobrevenidas día tras día.
Si toda esta situación de seguridad se traduce a números, bien podría decirse que el vallado, su construcción y mantenimiento, se ha convertido en un pozo sin fondo o en un auténtico negocio, se mire por donde se mire, con efectividad no acorde con lo que se reclama.
Nunca se ha dado la cifra completa del gasto, pero sí inversiones concretas por periodos. Por ejemplo en ocho años esa línea ha absorbido más de 72 millones de euros.
La diferencia se mide también en el tiempo, ya que trepar y toparse con los elementos elegidos por el Ministerio de Interior está cifrado por la propia Guardia Civil, en una estimación inicial, en solo 15 segundos.
Qué está pasando
Las consecuencias de la obra
El trasteo en la obra llevada a cabo para retirar las concertinas y colocar peines invertidos ha derivado en daños importantes en los sensores, lo que se traduce en una reacción más tardía del sistema de alarmas cuando se produce una entrada. El responsable de todo esto es el Ministerio de Interior ya que sufraga un mantenimiento del vallado que no está controlado dadas las entradas por goteo que se producen.
Peines invertidos
Un sistema poco eficaz
Si la presencia de concertinas provocaba que una entrada se retardara en unos cinco minutos, la ubicación de peines invertidos lleva a que esos saltos se produzcan en cuestión de segundos.
Retrasos
Los agujeros del plan Marlaska
El programa de impermeabilización del vallado fue anunciado como una de las obras estrella del plan Marlaska en la frontera sur, pero ni los plazos se han cumplido ni tampoco la efectividad del mismo. La imposibilidad de un control como el que se ‘vende’ es clara y a los registros de cada semana se remite la propia asociación para justificar la crítica que ahora saca a la luz.
Con la llegada de las celebraciones navideñas, Ceuta, al igual que muchas otras ciudades, se…
La ‘Fiesta de las barriadas’ ha continuado este miércoles por todo lo alto en la…
El 'Torneo de Navidad' organizado por el CD Polillas bajo el nombre 'Un juguete, una…
El Papa Francisco hizo un llamado urgente a la paz en su tradicional bendición Urbi…
El World Football Summit (WFS) 2025 se celebrará en Rabat, la capital de Marruecos, los…
Marruecos está intensificando sus esfuerzos de cara a la organización del Mundial de Fútbol 2030,…