Ya nos hemos preguntado qué hace a los humanos ser lo que somos, y tenemos una larga lista de respuestas; todas aquellas que evidencian algún atributo peculiar: que es un animal racional; un animal que usa herramientas; un ser religioso; un animal político o poético, y más ampliamente, seres que se hacen preguntas; y así una lista de singularidades sin fin…..
Pero si seguimos indagando hay una peculiaridad de la que se derivan todas las demás, que es primigenia a todas y absolutamente necesaria y que ha servido como “condición constitutiva primaria”.
Para seguir adelante en esta lectura y hacerse responsable (conocedor) de lo que se lee (siempre lo hace el que escribe), es imprescindible una parada, un frenazo en seco, para entender eso de la “condición constitutiva primaria”. Y hay dos alternativas para entenderlo: una (dualista) que es postular a la mente como medio esencial, separada del cuerpo y considerarla como directora del proceso de nuestra evolución biológica (Lamarck, Darwin, Mendel), que es la teoría evolucionista.
La otra opción (monista) que es la interpretación de que hay un Dios todopoderoso que nos dotó “en su día” de esa entidad y propiedad especial, que es la vida, completa y desarrollada (ADÁN y EVA), que es la teoría creacionista.
Desde aquí, todo lo que sigue (depende del “modo” cognoscitivo que se adopte), puede suponer una teoría que se pueda razonar, o bien que no, y en este segundo caso, ya al margen de la razón, estaremos en el ámbito de las ilusiones ….. de la fabulación.
Todo este preámbulo es la excusa que magnifica a la biología como mediadora en la estrecha relación entre la mente y el lenguaje, es decir, que confirma al lenguaje como generador primigenio de las demás esencias humanas ….. como “condición constitutiva primaria”.
Se admitió desde antiguo el criterio aristotélico de que el ser humano es un animal racional, y por tanto que sea la razón la diferencia más sobresaliente y definitoria entre el hombre y la bestia; pero es a partir de la Modernidad (finales del siglo XVIII), con el auge de las ciencias naturales, las biológicas y las sociales, cuando el criterio de que fue la RAZON el vehículo, la guía fundamental de la evolución humana se pone en discusión hasta el punto de que ésta, la razón, pasa a un segundo plano en beneficio del criterio actual de que fue el LENGUAJE quien propició el avance y el progreso espectacular de la especie humana, y en definitiva lo más diferencial, lo más esencial que separa y que distingue al hombre de la bestia….(humano es un ser que habla).
La capacidad de hablar es la característica humana más distintiva, y es bastante probable que el habla fuese la innovación clave en el salto taxonómico desde homínido a hombre moderno y que además permitiera la estructura comunitaria y que facilitase al hombre convertirse en un organismo verdaderamente social. Sería a través del desarrollo del lenguaje como se propició la necesidad de mecanismos que promovieran capacidades de relación social: creación de los derechos más rudimentarios (que luego perfeccionarían); el inicio de los mitos y las creencias, hasta llegar a fundamentar las religiones primitivas.
Así, esta cadena de desarrollo se retroalimenta de manera que cada adelanto exige una nueva expresión, más precisa, más concreta (una nueva palabra). Esta ampliación del lenguaje permitió la creación de nuevos conceptos que es lo que a su vez presionó al individuo a un mayor desarrollo cerebral.
La evolución ocurre a imperativos de la necesidad, que imparable, nos lleva a satisfacerla…..es el lenguaje el que nos va desplazando desde un tipo de pregunta a otro en busca de la respuesta que nos complazca.
Hay que reconocer que sin lenguaje no habría existencia humana, sin lenguaje no hay persona, siendo el de persona el rasgo más concreto de lo humano; es el lenguaje lo que nos identifica: desde la más sutil sugerencia hasta la respuesta a la más grave agresión o menoscabo a nuestros derechos fundamentales, ahí surge vigorosa la palabra que identifica y manifiesta el carácter humano, en cualquier experiencia…..
Quién no ha oído la exclamación airada: ¡Al menos que nos traten como a personas! Es una queja, es una exigencia, es un clamor incontenible que sólo se expresa con palabras…..es el reconocimiento más profundo de ser humano, el de ser persona, que rechaza el abuso y el único mecanismo que genera la protesta y que es capaz de expresarla es el lenguaje.
El fenómeno que produce la Historia, la narrativa, lo que permite la andadura humana es el lenguaje. El lenguaje podemos girarlo, podemos repetirlo cuantas veces nos plazca gracias a su capacidad recursiva (facultad exclusiva y asombrosa). Al poseer el lenguaje esa capacidad recursiva podemos hacer con él todos los giros imaginables y llevar la experiencia lingüística al pasado al presente y al futuro y así progresar en la comprensión de la mente, de la razón, del espíritu o la conciencia, y es esta progresión abierta y sin límites lo que caracteriza al lenguaje humano. Así mientras nos movemos en esta cadena de recursividad, volvemos hacia adelante y hacia atrás y somos capaces de observar nuestra existencia como un todo y acercarnos al origen o al final, preguntándonos por el misterio de la vida.
Tendríamos que expresar, al menos la tristeza, si no la indignación que produce la dejadez, la carencia, incluso el mal uso que hacemos del lenguaje. Es el lenguaje la mayor proeza de la especie, es un logro impregnado de sufrimiento y de dolor…..hay que imaginar los primeros gestos, los primeros gritos de alerta, de sorpresa, de miedo, o de alegría previos a las palabras para hacerse entender; la impotencia, la desesperación de no ser capaces de transmitir con claridad las necesidades, las ideas y los sentimientos….
El idioma español contiene más de 80.000 palabras y una espléndida gramática, pero, ¡¡conocemos tan poquitas!!, damos tan poco valor a lo que poseemos que con toda desfachatez, a veces, no sabemos expresar lo que pensamos o lo que sentimos y reconocemos que nos hemos quedado sin palabras…..y no siempre es que nos bloqueamos por la emoción.
Sin palabras no hay conceptos, sin conceptos no hay conocimiento…..sin conocimiento no hay hombres…..sólo bestias.
España está a la cola en la lista (Ranking) europeo en comprensión lectora. ¿”Es todo un éxito”? ¿Es “mérito” de los alumnos? ¿Es “mérito” de los profesores? ¿De los papás y las mamás? ¿Es “mérito” del sistema educativo?.....(me he permitido la ironía), ¡Qué sonrojo!.... ¡Qué rubor….!
Ahí queda eso……