Año y medio después de que el Gobierno ordenara la retirada de las concertinas en la valla de Ceuta -los trabajos comenzaron en diciembre de 2019 y fueron adelantados por El Faro-, los más de 8 kilómetros de perímetro fronterizo con Marruecos lucen sin rastro de esas alambradas. Los llamados peines invertidos coronan ahora el vallado, en donde se avanza en la elevación a los 10 metros así como en la colocación de los tubos. Es la nueva arquitectura ideada por el Ministerio de Interior, bajo el mandato de Fernando Grande-Marlaska, con vistas a maquillar la política migratoria que sigue preñada de lagunas y decisiones incongruentes. El PSOE fue el partido que promovió la colocación de concertinas tras la famosa crisis de las vallas, en el año 2005, y es el mismo que ha favorecido su retirada, en base al ejercicio de un control menos agresivo visualmente, pero que tiene el mismo fin: la devolución en caliente de todo aquel inmigrante que salte la doble valla.
La Guardia Civil cifró en cinco minutos el tiempo que puede tardar una persona en lograr saltar la doble valla liberándose del enredo de los alambres. Tal aseveración fue recogida en un informe trasladado a Interior, junto a la conclusión de que este obstáculo había perdido su utilidad debido al cambio en la forma de entrar en Ceuta, dado que las últimas incursiones fueron rompiendo literalmente la valla con uso de radiales, sustituyendo el salto por la rotura. Con los peines invertidos, los tubos y la colocación de las planchas metálicas se busca, precisamente, evitar un pase cuya versión más cruel se deja en manos de Marruecos, país que sigue colocando concertinas, levantando vallas y asentando campamentos estables con dotación de las fuerzas de seguridad para controlar todo el perímetro. Es el gendarme de la Frontera Sur financiado con fondos europeos.
De lo que nadie quiere hablar es de las miles de personas que han resultado heridas por las concertinas, también se cuentan los muertos. En 2005 a disparos por la espalda y enredados; en 2009 el senegalés Sambo Sadiako completamente desangrado; poco después otro compatriota fue encontrado en la valla de la misma manera. Son historias, hechos trágicos que han marcado para siempre el tiempo de un vallado en el que ha pasado de todo, lo conocido y lo desconocido; en el que ha habido muertes pero también rescates in extremis.
Ahora, año y medio después de que Interior iniciara a través de la empresa Tragsa la retirada de las concertinas, el vallado aparece coronado por los peines invertidos en su práctica totalidad, a expensas de la falta de unos trabajos en la zona de Benzú más próxima al espigón. Esos peines han sido sorteados de manera aislada por los pocos inmigrantes que llegan a aproximarse hasta la valla, los pocos que consiguen superar la carrera de obstáculos dispuestos al otro lado, en donde todo vale y en donde se ejerce el papel de un control más férreo que se ha querido quitar España de cara a la galería más mediática.
Seguro que solo había esas alternativas?
Oh oh
Pronto caerá la espada de Damocles y se abrirá la caja de Pandora
Aficionados a sellar una simple valla
Si con tanto dinero invertido solo os da para eso dedicaros a otra cosa
Jajaja
Marlaska es un hipócrita supino, lo bueno que somos porque hemos quitado las concertinas, y a la vez le damos dinero a Marruecos para que la instalen en su lado.
Hola INMIGRACIÓN ILEGAL DESCONTROLADA!!!