Nuevo anuncio de Marlaska. En el primer trimestre de 2019 retirarán las concertinas que colocó el PSOE. La clave no está en su retirada. Ahí no termina la verdadera política migratoria de un gobierno que debe ir más allá de las apariencias. Si quitamos las concertinas somos buenos, pero si, mientras tanto, contemplamos cómo apalean a los inmigrantes justo al lado de la valla, diremos que eso es competencia de otro país y que no podemos actuar. Seguiremos siendo igual de buenos pero un poco más hipócritas de lo normal.
El chip de las concertinas parece enquistado en las mentes de quienes siguen sin saber qué quieren en concreto. La inmigración es ese gran ‘monstruo’ que nadie sabe cómo abordar y que se hace mayor, ahogado en la política tremendista de los lobos con piel de cordero que salpican la oferta partidista actual. El gobierno opta por despachar su asignatura pendiente con los derechos y libertades quitando concertinas pero continúa contentando a las masas que piden más candela y que pueden volar hacia otras formaciones movidas por el miedo y las mentiras.
El adiós a las cuchillas se queda corto. Es un adiós que no sirve si no queda enmarcado en una política de claridad, de saber qué hacer en la línea fronteriza, de evitar las discrepancias y el no saber cómo actuar que todavía persiste. El PSOE debe demostrar que es un partido que no se guía ni por los impactos ni por los miedos. Y eso es algo que aún no ha demostrado. Porque sigue actuando de acuerdo con la presión, sigue respondiendo según el momento... y en cuestión de personas solo vale tener criterio, saber cómo se debe actuar siempre, saber cómo definirse ante una falta de concreciones que no conducen más que a errores.
Marlaska quita las concertinas, ¿dirá también qué hacer cuando llegan personas que huyen de las palizas?, ¿concretará dónde empieza la línea competencial española o jugará a los bailes de sus predecesores?, ¿fijará criterios fijos para que los guardias civiles no queden en evidencia?
Son cosas igual o más importantes que buscar un cierre de legislatura con la foto de las concertinas en el suelo. Porque hay heridas que no se cosen en los hospitales.