Ambos hombres quedaron absueltos por no haber pruebas de cargo contra ellos
Ante la acusación de falsificación documental en la matriculación de una embarcación, la jueza de lo Penal número 1 determinó absolver a A.A. y a su primo, F.M., por no haber pruebas de cargo que determinasen que ambos manipularon la patera propiedad de F.M. con fines delictivos.
Tal y como se detalló en el juicio, F.M. regaló una embarcación, tipo patera, a su primo, A.A., para que éste último la arreglase y se pudiera dedicar a la pesca recreativa, después de estar en desuso por más de cinco años y no ser apta para la navegación. Los dos determinaron que hasta que ésta no estuviera en uso, no cambiarían la documentación en Capitanía para poner como propietario a A.A., como receptor de la embarcación.
Fue durante el proceso de reparación de la barca, de enero a febrero de 2016, cuando la Guardia Civil detectó la patera, en la playa de San Amaro, escondida bajo una lona y con dos matrículas, una española y otra marroquí, las cuales no se correspondían a la documentación original inscrita en Capitanía.
Los acusados declararon no saber nada al respecto, asegurando que la patera estaba inoperativa y que permanecía en la playa esperando reparación. La Defensa acusó en su informe a una posible mafia de tráfico de personas como la responsable de arreglar de manera provisional la patera y pintar las dos matrículas falsas con fines delictivos.