El Juzgado de lo Penal número 2 dejó visto para sentencia un juicio seguido por un delito de receptación contra el llamado A.D., quien en noviembre de 2017 fue detenido por la Guardia Civil con más de 3 kilos de oro en joyas durante un control. El acusado reconoció que las joyas estaban en su poder, indicando que las había hallado tiradas al lado de su vehículo por lo que decidió quedárselas para regalarlas a familiares, pero nunca para venderlas. El hecho es que buena parte de las mismas, tras las investigaciones realizadas por la Guardia Civil, se correspondían con joyas robadas en distintos puntos de Cataluña. La Policía Judicial abrió una investigación para conocer su origen en coordinación con la Policía Local de Gerona y los Mossos, figurando varias denuncias coincidentes con el material hallado en Ceuta. El Laboratorio de Criminalística fotografió todo el lote, lo remitió a los puntos donde constaban denuncias y se consiguió el reconocimiento de parte del género como robado.
Lo que no pudo hacer la Benemérita es vincular al acusado con alguna banda dedicada a los robos o con las zonas en donde se interpusieron las denuncias, detalle que fue puesto de manifiesto por el letrado de la Defensa para anular la existencia de un delito de receptación como el que se le imputa a su cliente al no existir vínculo delincuencial.
De igual manera puso en duda la valoración del oro intervenido, cifrado en unos 87.000 euros, ya que el mismo no había sido realizado por un perito sino, a peso, por la Guardia Civil a pesar de existir distintas valoraciones dependiendo de la calidad del oro. El juicio quedó visto para sentencia.