El tribunal de la Sección VI de
la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta celebra desde este martes el juicio contra el acusado de un delito de incendio en casa habitada y hasta 6 tentativas de asesinato, por
unos hechos acontecidos en una vivienda ubicada en la calle Españoleto, en la barriada del Morro, en febrero de 2019. La morada terminó completamente calcinada y sus seis ocupantes (un matrimonio y cuatro hijos, la más pequeña de 10 años) huyendo de la bola de fuego y hallando refugio en la azotea, pudiendo salvar así sus vidas. El considerado autor de ambos delitos,
identificado como T.H. y en prisión preventiva desde los hechos, se enfrenta a unas penas elevadas, de acuerdo con el escrito de calificación inicial del Ministerio Fiscal: 20 años por el primer delito y 14 por cada una de las seis tentativas.
Aquel incendio fue muy mediático porque pudo haber costado la vida de la familia que se encontraba en el interior de la casa y que vio violentado su sueño por el humo y las llamas. En la sesión celebrada este martes ha prestado declaración el matrimonio que residía en la casa a la que se le prendió fuego por su entrada, generándose una bola de fuego que impedía abandonar el hogar por su puerta principal. Ese matrimonio es familia directa del acusado: en concreto lo forman su hermana y su cuñado. Este último ha declarado que aquella madrugada, al escuchar una explosión y comprobar que la parte baja de la vivienda estaba en llamas, sacó a sus hijos y esposa de la cama encontrando como único lugar de refugio la azotea, en donde al permanecer al aire libre podían al menos respirar. El peligro no lo representaban solo las llamas sino también ese intenso humo. Desde esa parte alta fueron rescatados después por Bomberos y la Policía Nacional. Ha declarado que no vio al autor del incendio pero sí le comentaron poco después que había sido su cuñado. Antes del incendio, el acusado había acudido en varias ocasiones a la vivienda para pedir dinero a su madre, que se encontraba en ese momento en el hogar ya que iban a asistir a un funeral por la muerte de un familiar. Tras el suceso, la vivienda quedó destrozada ya que en los bajos había dos coches y una moto que ayudaron a que el fuego se hiciera más fuerte, tras ser provocado mediante el uso de un acelerante como es la gasolina, tal y como ha confirmado la Policía Científica. Este testigo dijo que en principio no sospechó de alguien en concreto como autor. “Ni se me pasaba por la cabeza que fuera él”, ha indicado en referencia a su cuñado.
A las preguntas de la Defensa, ha dicho que no tenía problemas con él así como ha negado, tajantemente, que la quema de su casa fuera una acción preparada entre ambos para luego cobrar algún tipo de indemnización del seguro y repartirse las ganancias. También ha dicho que nunca le dio dinero para que comprara la gasolina. “No tengo nada con él”, ha dicho. Su mujer también ha declarado como testigo para recordar cómo fue aquel incendio que casi termina con sus vidas. Ha definido al acusado, su propio hermano, como una persona problemática que desde los 14 años ha delinquido además de consumir drogas. Negó que su marido tuviera alguna relación con él o que hubieran preparado la quema del hogar entre ambos. Indicó ante el tribunal que la propia mujer de T.H. les dijo que había sido él el autor y que a ella misma le había amenazado con convertirla en cenizas así como a sus dos hijas. No ha podido concretar el motivo del incendio pero sí que ha insistido en que su hermano es “muy agresivo” y que sería capaz de matarla a ella y a sus sobrinos. “Con muchas ganas lo haría, yo le temo”.
La versión de un plan preparado
Esa visión del acusado tan tremendista choca con la que ha ofrecido su mujer, quien ha insistido en la línea de la Defensa: que ese incendio lo llevó a cabo su marido pero por encargo de su cuñado. La noche del fuego ha declarado que llegó a casa con una petaca, en mal estado y “temblando”. Fue al día siguiente cuando vio la casa de sus cuñados quemada y cuando hiló esa escena con la autoría, trasladándoselo a unos policías locales que estaban regulando el tráfico a la entrada de un colegio cercano. De su marido ha dicho que “no es un asesino, ni un criminal” y que le manifestó que había hablado con su cuñado para quemar la vivienda con el objetivo de quedarse después cada uno con una parte. Lo habría hecho sin saber que sus sobrinos y familiares estaban en su interior. “Él me confesó lo del fuego, pero hasta después no me dijo lo del acuerdo. Él es un desgraciado, el pobre diablo de la familia”, ha sentenciado. El incendio se provocó usando gasolina comprada por menos de dos euros, cantidad “de sobra” para generar los desperfectos provocados que llevaron a que Bomberos tuvieran que lidiar con un incendio complicado, debido a la carga térmica que había y el difícil acceso. La segunda sesión del juicio tendrá lugar este miércoles con la declaración clave del propio acusado y la exposición de los informes de las partes, entre ellos el definitivo de la Fiscalía.
La declaración de la madre del acusado
Asimismo, en la tarde este martes, han seguido declarando los distintos testigos. En esta ocasión, la madre del acusado y el sobrino han contestado a las diferentes preguntas hechas por las partes. También estaban citados los hijos menores de la denunciante, pero no fue necesario su testifical.
La madre del acusado ha explicado que el día del incendio, por la tarde, se encontraba en casa de su hija (la víctima) preparando la cena para acudir a casa de un familiar para velar a una persona que había fallecido. Afirma que se encontraba sentada cuando vio por la ventana a su hijo (el acusado) con su yerno. El yerno subió al domicilio y se dirigió a ella y le contó que su hijo estaba comprando droga, un motivo que la propia madre ha afirmado que es un problema que le persigue desde hace mucho tiempo. Además ha reconocido que tanto el acusado como su hermana tienen una mala relación y que apenas se hablan. Aún así ha declarado que para nada se esperaba tal noticia, aunque ha dicho que su hijo nunca haría algo así. Afirma que lo dice porque sabe el cariño que le tiene a sus sobrinos y que sería incapaz, sabiendo que pone en riesgo la vida de ellos, ya que estaban en el hogar cuando se produjo la quema. Tras las preguntas de la Fiscalía, ha explicado que fue su nieta la que le contó la noticia, y acudió rápidamente a casa de su hija. Una vez allí vio todo y quiso ponerse en contacto con ella. A la mañana siguiente cuando regresa su hija del hospital le dijo que había sido el acusado el que ha prendido fuego a la vivienda con todos dentro. Una noticia que ni se la esperaba, ni se la creía. Asimismo ha indicado que fue la mujer de su hijo la que le explicó que este había ido a la Jefatura Superior de la Policía Nacional para confesar y entregarse por quemar la vivienda de su hermana. El sobrino mayor del acusado ha explicado que la noche del incendio se encontraba durmiendo junto a sus padres y sus hermanos. Su madre empezó a gritar y fue cuando se despertó y vio una bola de humo y apenas se veía, guiándose por las paredes hasta subir a la azotea de la casa. Una vez allí fue rescatado por la Policía y una ambulancia los condujo hasta el Hospital Universitario donde necesitó ayuda de un respirador. Ha explicado que apenas tenía relación con su tío y que el día de los hechos no recuerda que en su casa hubiera estado ni se abuela ni su tío. Ha insistido que no es que tuviera mala relación, sino que era inexistente. Solo lo veía cuando eran fiestas y porque acudían al domicilio de su abuela para visitarla. Por último, no sabe decir si fue su tío, pero no entiende por qué lo haría ya que a su entender no había motivo alguno para realizar esa acción. Se ha acordado la prórroga de prisión para el acusado, por riesgo claro de fuga, ya que se cumpliría el próximo 6 de febrero los dos años de prisión y todavía no se conocerá la sentencia.