Un Tribunal de Jurado ejercerá, de nuevo, de juez no profesional en Ceuta para dictaminar la culpabilidad o no del llamado H.E., detenido en septiembre de 2019 acusado de asesinar a su padrastro en el interior de la vivienda familiar de la barriada del Príncipe. El crimen se produjo después de una discusión provocada porque la víctima había encontrado un arma, en concreto un revólver en mal estado de conservación, en el domicilio que era propiedad del acusado. Esta situación llevó a que H.E. se marchara airado de casa y volviera poco después con una pistola en su poder con la que asesinó a su padrastro, quien moriría como consecuencia de las graves heridas sufridas.
Así lo considera el Ministerio Fiscal, quien mantiene en el escrito a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta, que cuando se produjo el disparo, H.E. era conocedor de que su padrastro tenía entre sus brazos a su hijo de 5 años, que pudo haber resultado muerto por los disparos. De hecho fue alcanzado por un proyectil que le causó lesiones. Cuando quiso escapar fue retenido por su tía a quien el acusado, también, quiso disparar pero el arma se le encasquilló, llegando a intentarlo hasta en dos ocasiones sin éxito.
Por su parte la Acusación Particular, cuyo letrado defiende los intereses de la familia de la víctima, añade en el relato de hechos unas claves que ayudan a entender qué pudo pasar aquel 22 de septiembre en la vivienda familiar de la calle Norte, ya que recalca que la discusión que terminó con el crimen tuvo su origen en el hallazgo de ese revólver en casa, que había sido encontrado por varios menores que se dispusieron a jugar con él en el patio sin medir las consecuencias derivadas de su manipulación. El fallecido recriminó al acusado haber tenido esa arma en casa, algo que no podía permitir por lo que lo echó del hogar.
La Sección VI de la Audiencia ha señalado la vista oral para el año próximo
Como represalia, H.E. disparó contra su padrastro usando otra arma que ocultaba entre sus prendas y sin que en esa acción sus facultades estuvieran mermadas, hubiera ingerido drogas o alcohol que alteraran su comportamiento. Uno de los proyectiles le provocó la rotura-estallido de la aorta y aurícula derecha, provocando la muerte tras una hemorragia interna.
La Acusación Particular mantiene que el acusado incurrió en un asesinato, puesto que en ningún momento su padrastro pudo defenderse, al ser víctima de un ataque “repentino e inesperado”. Dio cumplimiento “a una venganza cruel, en presencia de la totalidad de la familia y de sus hermanos menores”; una venganza que “llevaba cierto tiempo madurando”, concreta en su escrito la Acusación Particular.
Recoge igualmente cómo un menor de 5 años -su propio hermano- también fue herido al recibir el impacto de un proyectil o cómo su tía fue agredida al intentar retenerlo en su escapada. El arma empleada para el crimen nunca se encontró.
"Al disparar contra su padrastro, alcanzó también a su hermano de 5 años”
Cuando se detuvo a H.E. se le trasladó a Urgencias del Hospital para un reconocimiento, recogiéndose en el informe médico que se encontraban tranquilo y que no se apreció ninguna alteración del nivel de conciencia o datos que pudieran apuntar a una pérdida del juicio de la realidad. Ante las tesis mantenidas por la Acusación, la Defensa se muestra disconforme .
Será a principios del año próximo cuando la Audiencia celebre el juicio bajo Tribunal de Jurado en el que hay coincidencias entre la calificación presentada por Fiscalía y la de la Acusación Particular al considerar que se está ante un delito de asesinato. Fiscalía considera además que existió una agravante de parentesco, por lo que solicita, en su calificación inicial, una pena de 20 años de prisión por el asesinato de su padrastro, 10 años más por el delito de asesinato en grado de tentativa por el ataque perpetrado contra su hermano pequeño, otros 9 años de prisión por un homicidio en grado de tentativa por el intento de disparar frustrado que cometió contra su tía, además de un delito leve de lesiones y una tenencia ilícita de armas, lo que se traduce en una multa de 60 días con una cuota diaria de 15 euros y dos años más por posesión del arma.
El acusado entró en prisión, por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 5
La Acusación Particular mantiene que hubo un delito de asesinato consumado y, alternativamente, un homicidio consumado. A esto añade otro homicidio en grado de tentativa, un delito de tenencia ilícita de armas y tres delitos de lesiones leves. Solicita 20 años y, de manera alternativa, 15 por el asesinato u homicidio, a esto añade 7 años y medio por el homicidio intentado, dos años por la tenencia de armas y multas por las lesiones leves.
Las dos grandes versiones en bloque se enfrentarán en el acto de juicio oral que ya se ha señalado para 2021, menos de dos años después de este crimen que conmocionó a la barriada del Príncipe por la violencia provocada y porque pudo haber dejado en el camino más víctimas mortales. El acusado lleva en prisión preventiva desde septiembre de 2019.
Horas críticas desde la muerte hasta la detención del implicado
La resolución policial de este crimen fue en horas. Tras conocerse la muerte del vecino del Príncipe y tenerse de inmediato la identidad del autor, la Policía se puso a trabajar para localizar a H.E., quien esa misma noche del 22 de septiembre era detenido y trasladado a la Jefatura Superior. Fue reconocido en el HUCE y puesto a disposición judicial del juzgado de instrucción número 5, cuyo titular ordenaría la entrada en prisión sin fianza, acusado de un delito de asesinato. Año y medio después se celebrará la vista por los hechos en la Audiencia.