El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio contra la llamada V.A.R.R. acusada de un delito de injurias cometido a través de internet.
El Ministerio Fiscal después de escuchar a todas las partes, siguió con su escrito inicial en el que solicita la condena de la acusada con 14 meses de multa a razón de 16 euros diarios. La Acusación Particular, por su parte, también pidió sentencia condenatoria, pero que sea de 16 meses de multa a 15 euros diarios, con una responsabilidad civil de 10.000 euros.
La Defensa, por su parte, solicitó la libre absolución de su representada con todos los pronunciamientos favorables.
Los hechos a los que se hizo referencia en la celebración de este juicio ocurrieron en 2021. La víctima ha indicado que la primera vez que atendió a la acusada fue por un dolor abdominal, ya que tenía inflamación pélvica y todo se debía a una infección por transmisión sexual.
En ese sentido, la denunciante, ginecóloga en el Hospital Universitario, ha señalado que la acusada solo quería que le atendiera ella, por lo que su jefe le pidió que siguiera el caso y se encargara de su seguimiento. Asimismo ha indicado que le hizo seguimiento tanto por lo público como por privado, ya que iba durante todas las semanas, en la mayoría de ocasiones sin citas, pero se ponía a llorar en alto a decir que tenía dolores por lo que tenía que atenderla.
Todo cambió a raíz de la operación
La víctima ha indicado que hasta estando de vacaciones tuvo que llamarla la compañera y a través de videollamada atenderla. Era tal la confianza que le brindaba, que la acusada pidió que la operación de un quiste en los ovarios fuera llevada a cabo por la facultativa. En ese sentido indicó que le hizo firmar un consentimiento donde señalaba que el dolor podría no desaparecer y que incluso había que extirpar los ovarios.
La sanitaria ha indicado que la operación fue a la perfección y que incluso una semana después fue a verla a consulta para agradecerle todo. El giro llega un mes más tarde, cuando los dolores vuelven a aparecer en la acusada, “una cosa que ya le había advertido”, señala la denunciante. Ha señalado que llegó, de nuevo, llorando y diciéndole que seguía teniendo dolores, que le había quitado el ovario sano e incluso el derecho a ser madre. “Todo eso era mentira, la operación salió bien y ya se le advirtió de que esos dolores podrían no desaparecer, solo mitigar”, ha proseguido.
Todo dio un vuelco y, según la denunciante, empezaron a llegarle distintas injurias a través de Facebook, concretamente en el grupo ‘Se vende, se cambia y se regala’. Ha indicado que la acusada vertía estas acusaciones a través de dos perfiles falsos en los que incluso llegaba a solicitar que las demás personas la denunciarán para intentar “conseguir que me quitaran el título y me despidieran”.
Entre los mensajes que supuestamente injuriaban a la víctima había tales como: “La ginecóloga- indicando el nombre y apellidos de la facultativa- ha destrozado a Nica… esta doctora a consecuencia de su mala intervención la ha tenido atada a una sonda urinaria durante 7 meses. Esta doctora ha destrozado a otras muchachas. ¿Cuántas barbaridades va a seguir haciendo, destrozando vidas humanas y acabando con la ilusión de muchas mujeres?. Que la cesen y la echen de ejercer su profesión”.
Este caso ha perjudicado a la víctima psicológicamente
“Puedes denunciarme por mala praxis, pero no creo que sea justo que se me injurie así por redes sociales después de años estudiando para ser una profesional”, ha relatado la víctima. Además ha indicado que toda esta situación le ha afectado en su vida personal, psicológicamente e incluso en su mundo laboral.
Ha reseñado que incluso pacientes ya no han querido pasar consulta con ella y han solicitado un cambio de doctora. “En una ciudad tan pequeña como Ceuta, esas injurias inevitablemente han hecho que personas duden de mi profesionalidad”.
Por último, destacó que la acusada creó un grupo de WhatsApp en el que reunió a muchas personas para que realizaran diferentes denuncias en contra de la ginecóloga.
Por otra parte, estuvo el testimonio de la acusada. Esta no ha querido contestar las preguntas del Ministerio Fiscal y la Acusación Particular, solo a su Defensa.
La acusada solo contestó a las preguntas de la Defensa
En ese sentido, indicó que no era ella la que vertía las acusaciones a través de los dos perfiles de Facebook. Declaró que tuvo conversaciones por medio de WhatsApp con la doctora pero que no sabe cómo consiguió su número e insistió que nunca habló mal de ella en redes sociales, pero sí que la ha denunciado por negligencia médica.
Una de las testigos indicó que tras ver la publicación por esos perfiles denunciando al servicio de ginecología del Hospital Universitario, comentó por un caso que le había ocurrido a ella. Que minutos después recibió un mensaje pro parte de la acusada, ya con su perfil, y que le indicó que si tenía pruebas, ya que ella se encontraba entre la vida y la muerte. “Al ver que su animadversión era contra esa doctora en concreto, ya no le hizo más caso, porque mi queja era por el servicio del hospital”.
La compañera de la denunciante en el Hospital Universitario indicó que la necesidad de la paciente hacia la doctora llegó a ser “patológica”. Asimismo señaló que todo cambió tras la operación, aunque “todo salió tal y como se esperaba”.
Los pacientes no querían ser atendidos por la denunciante
En ese sentido indicó que su carga de trabajo aumentó, ya que había pacientes que no querían ir con su compañera y por lo tanto los tenía que atender ella. También afirmó haber visto las denuncias vertidas en redes sociales.
Los policías que testificaron señalaron que la denuncia llegó por distintos mensajes que lo único que buscaban era deshonrar a la víctima. Eso sí, todo eso se hizo bajo dos perfiles falsos y que aunque la URL daba los datos de la acusada, son muy difíciles de cotejar, además de que no encontraron la ayuda de los juzgados.
En su derecho a la última palabra, la acusada señaló: “No aguanto las mentiras y aquí hoy se han dicho muchas”.