La Policía Nacional ha puesto en marcha una operación para el traslado de adultos marroquíes que accedieron a nado a Ceuta en las últimas entradas por vía marítima hasta el paso fronterizo del Tarajal a través de la puerta norte, por la misma vía por donde se hicieron las repatriaciones. Se trata de devoluciones no de expulsiones, que se llevan a cabo tras un acuerdo entre los gobiernos de España y Marruecos. Esta gestión se realiza después de la ‘crisis’ de los nadadores a la que ha dado paso el goteo incesante de personas que prueban suerte por mar desde hace meses. De momento ya se ha procedido a la devolución de una treintena de personas a espaldas de los medios de comunicación, impidiendo el desarrollo de la labor informativa in situ. Con posterioridad, se ha dejado realizar el trabajo y durante esta mañana se estaban intentando llevar a acabo más devoluciones por lo que el número total de marroquíes devueltos a su país se conocerá a final de esta jornada.
El itinerario utilizado por las autoridades españolas es idéntico al empleado en las últimas repatriaciones de atrapados en Ceuta, a través de la puerta que conecta los polígonos del Tarajal, donde se encuentra la nave de confinamiento, con la frontera. Para esta devolución se ha llevado el mismo procedimiento que no se descarta que sea el que se siga con otras entradas de inmigrantes, de acuerdo con las gestiones llevadas a cabo directamente desde el Gobierno de la Nación –receptor de las quejas trasladadas desde la Delegación ante la situación vivida sobre todo este domingo- y Marruecos.
España ha preparado todo el operativo activándose ya las primeras de las devoluciones al vecino país del primero de los grupos, de una treintena, al que le irán siguiendo el resto. La nave, que estaba ocupada por 155 personas, está cerrada. Dispone de 200 plazas pero con la entrada masiva sobre todo del domingo se disparó su ocupación hasta el 80%. En esta devolución se ha analizado caso por caso con Marruecos para que vaya aceptando a todos sus nacionales que han sido entregados por lo que funcionaba como pasillo humanitario.
Lo que había sucedido este fin de semana evidenciaba claramente la crisis –o mejor dicho, su inicio- entre España y Marruecos, que fue interpretada en clave política. Y es que las entradas en desbandada de inmigrantes el sábado pero, sobre todo, el domingo sorprendieron a todos por la clara dejación de funciones de los agentes del vecino país que no actuaron cuando sus nacionales partieron. Esto se tradujo en casi 130 entradas, desapariciones pero también muertes –de momento dos, de marroquíes hallados en su país-.
El mismo lunes desde Delegación se trasladaban todos los informes sobre lo acontecido, sumados a las grabaciones efectuadas en el momento que reflejaban el riesgo de lo acontecido. Este martes, por sorpresa, se producía en tiempo récord la devolución de los primeros grupos de marroquíes tras ser previamente identificados.
Esta gestión se ha llevado a cabo con Marruecos, estudiando cada caso y es la que se va a continuar haciendo con más inmigrantes marroquíes que accedan a nado a Ceuta, ya que de lo contrario esto generaría una presión imposible de ser asumida por la propia ciudad. Las devoluciones hechas se han llevado a cabo en menos de 24 horas a un ritmo bastante lento, ya que cada uno de los expedientes es analizado por el vecino país.
La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha coordinado este dispositivo además de trasladar al Ministerio del Interior hace ya varios días su "preocupación" por la llegada masiva de ciudadanos marroquíes.
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