La Asociación de Consumidores Halal de Ceuta (Acohace) ha pedido a la Consejería de Sanidad “el establecimiento de controles que permitan identificar con claridad lo que es halal de lo que no lo es” y “el establecimiento de un Registro de Importadores de Productos y Prestatarios de Servicios” permitidos por la ley islámica.
Según la entidad, ambas medidas y “una regulación debidamente formulada” servirían para “mejorar las condiciones de los consumidores musulmanes, preservar sus derechos y hacer cumplir los requerimientos exigidos a la hora publicitar ofertas alimentarias, muchas veces claramente deficitarias en cuanto a su preparación, elaboración, transporte, almacenaje y puesta a disposición del consumidor”.
“La diversidad religiosa no está siendo respetada por el mercado alimentario ni por quienes lo controlan a pesar de su reconocimiento legal desde 1992”, apunta en su escrito, en el que reseña que “la ausencia de la Ciudad en la identificación de este tipo de productos y servicios puede estar afectando a los derechos básicos de una población musulmana en clara indefensión ante aquellos importadores que no atienden un mínimo de rigor al señalar como halal lo que en muchas ocasiones no lo es”.
Acohace dice tener constancia de que en la ciudad entra “un gran número de productos que son comercializados como halal para los consumidores musulmanes y, sin embargo, adolecen de las garantías suficientes como para ser considerados como tales”.
La asociación dice no querer “utilizar la defensa de lo halal en detrimento de productos análogos” ni “declarar de ninguna forma que los alimentos halal son, desde el punto de vista nutricional, superiores o más saludables que otros alimentos”.
“Nuestra intención única es fijar los principios básicos para que los musulmanes de Ceuta puedan tener una alimentación halal conforme a sus creencias y que la misma se regule adecuadamente a fin de impedir situaciones que puedan alterar y conculcar ese derecho”, ha resumido.
“La falta de normativa legal en España y en la UE ha favorecido la proliferación de certificaciones de productos halal expedidas por empresas de claro signo mercantil que, sin contar con una reflexión pormenorizada sobre las características de la producción alimentaria moderna, así como empujados por claros intereses comerciales, han llevado al mercado a una gran confusión y desconfianza entre los consumidores de credo musulmán”, lamenta.
“Ceuta puede convertirse en la puerta de cambio y pionera en abanderar un nuevo espacio que favorezca una mejor compresión de lo que implica el universo halal en todas sus vertientes, no solo en el aspecto alimentario”, lamenta.
La asociación también ha criticado que la Comisión Islámica de España no haya ejercicio durante los últimos 30 años sus competencias para “proteger el uso correcto de la denominación, con lo que el sector “está marcado por muy buenas intenciones, pero falto de un desarrollo reglamentario adecuado”.