Acemsa y Urbanismo verificarán los daños del último garaje incendiado

Técnicos de la Gerencia de Urbanismo verificarán hoy que los daños sufridos en el garaje del número 63 de la avenida de Lisboa a consecuencia del incendio de varios vehículos en su interior no ha afectado a la estructura del edificio, tal y como ayer explicó el consejero de Medio Ambiente, Barriadas y Servicios Comunitarios, Gregorio García Castañeda.

Además de estos técnicos, también está previsto que personal de la empresa municipal Acemsa se acerque hasta el lugar del siniestro para colaborar en las tareas de restitución de las conducciones y bajantes de la red de saneamiento, que se vieron seriamente dañadas a consecuencia de las llamas, indicó García Castañeda, que ayer se acercó hasta el garaje comunitario para valorar lo ocurrido. Se trata del segundo incendio provocado en el interior del aparcamiento de un edificio de viviendas en el último mes. Los vecinos del bloque 3 de las  206 viviendas, √unos 70, seguían ayer perplejos por lo ocurrido la madrugada anterior, cuando fueron desalojados tras declararse un fuego en el interior de su aparcamiento, donde dos coches resultaron completamente destruidos, uno de ellos el de un miembro de la UDYCO de la Policía Nacional, y las llamas afectaron a un tercero que se encontraba estacionado en una plaza próxima.
Al igual que ocurrió en el garaje siniestrado de Parques de Ceuta, hace escasamente tres semanas, el interior de este aparcamiento ha quedado destruido casi por completo. La red de saneamiento se ha derretido a causa del calor que desprendían los vehículos ardiendo y la acción del fuego también ha dañado seriamente tanto el cuadro eléctrico como el cableado del garaje. No obstante, a diferencia de lo ocurrido en Parques de Ceuta, la instalación que suministra electricidad no se ha visto afectada al no discurrir  por el garajeLos vecinos seguían ayer muy afectados por lo ocurrido, especialmente por el hecho de que hasta ayer “nadie” se había interesado por su situación. De hecho, fueron los propios inquilinos los que terminaron de partir las conducciones de saneamiento para evitar que de los lavabos y fregaderos de las viviendas situadas justo encima del garaje, y que han resultado las más afectadas, salieran aguas fecales.
Ayer domingo, los vecinos seguían utilizando el agua con normalidad, pese a que las aguas fecales procedentes de la red de saneamiento caían indiscriminadamente al suelo del garaje, donde los bajantes están completamente destrozadas. Chico, presidente de la comunidad, seguía perplejo. “Hemos puesto un cartel para que nadie baje al garaje”,añadía. El subterráneo no tiene luz, nadie lo ha limpiado, los coches siniestrados siguen en su interior . “Nos hemos encontrado solos y completamente desasistidos”, subraya.
No obstante, en el día de ayer tanto la Delegación del Gobierno como la Ciudad Autónoma se interesaron por su situación, de manera que para el día de hoy está previsto que se realice, como ha ocurrido en incendios similares, una actuación de urgencia por parte de las brigadas municipales.  A este garaje, que es independiente del resto de los aparcamientos de la promoción, se accede por la parte trasera de la urbanización y tiene capacidad para unos 15 vehículos. De momento, se desconoce cómo pudieron entrar los autores del incendio.

“Unos a otros nos fuimos dando la voz de alarma”

La vecina del Bajo C fue la primera en darse cuenta de que algo estaba pasando. A Naima, con una niña pequeña, “que ha dormido en casa de mi madre”, le despertó el intenso olor a humo, cuando se levantó se dio cuenta de que salía humo de husillo del lavadero. Su vivienda está situada justamente encima del garaje y cuando salió al rellano “toda la escalera era humo”. Aporreó la puerta de sus vecinos y ella y su familia subieron las escaleras hasta la calle. “Unos a otros nos fuimos dando la voz de alarma”, explica. Sus vecinos de la puerta contigua, afectados por la quema de uno de los coches, llamaron al 112 “y llegaron todos muy rápido”, añade. Salvo Bomberos y Policía Local nadie más les visitó el sábado y el domingo. “No sé si utilizar o no los baños, nadie nos ha dicho nada”.
Todos ellos fueron desalojados cuando pasaban las 4.30 horas, al recibir los golpes en sus puertas de que tenían que dejar sus casas debido a la acumulación de humo. Poco a poco se iba conociendo el porqué de la situación, habían atentado contra uno de sus vecinos, un agente de la brigada de Estupefacientes, un vecino al que todos definen como “ejemplar”. “Su mujer está embarazada, es un chaval bueno, trabajador... nos ha dolido hasta el corazón que le haya pasado esto. ¡Qué culpa tiene para que le hagan esto!”, sentenciaba.
“¿Por qué hacen esto?”, interrumpía un vecino que pinta ya canas, enfundado en su pijama.     
Al menos una decena de incendios se han provocado desde 2009 en el interior de garajes, cuatro en los últimos meses.

Tan iguales, tan diferentes

A simple vista, el incendio que ha arrasado el garaje en la avenida de Lisboa es idéntico al que, a finales de marzo, sufrieron los vecinos de la segunda fase de Parques de Ceuta. En ambos casos, el fuego, intencionado por supuesto, se declaró de madrugada y con pocos o ningún testigo cerca. Sin embargo, los daños no son los mismos.
En Parques de Ceuta, las llamas, que alcanzaron los 1.000 grados, se llevaron por delante una decena de vehículos, en el de avenida de Lisboa han sido dos muy afectados y un tercero con daños. Los vecinos de Parques de Ceuta vieron cómo las administraciones se volcaban con ellos desde el primer momento debido al fuerte impacto social que causó el siniestro, a consecuencia del cual se quedaron sin agua corriente, saneamiento y electricidad. En la avenida de Lisboa, los vecinos disponen de agua en sus casas y luz , “ya que afortunadamente las conducciones discurren por otros sitios”, explicaba ayer el consejero García Castañeda para justificar que la Ciudad no hubiera intervenido ya. “Aquí no hay ninguna actuación de emergencia, ya que no hay que apuntalar forjados, menos mal”, añadía.
Tampoco el móvil de los supuestos autores es el mismo: En el caso de Parques de Ceuta se determinó que se quería cobrar un seguro, aquí una venganza contra un miembro de la Policía Nacional, pero lo que los vecinos, tanto los de Parques de Ceuta como los de la Avenida de Lisboa ahora sí  que tienen algo en común: Les queda a ambos un largo periplo de informes de peritos y de peleas con las compañías de seguro.