Al agredido le facilitaron un mote que correspondía con el del acusado, pero luego se dio cuenta del error Un joven quedó ayer absuelto de un delito de lesiones después de que el juez hiciera prevalecer el principio in dubio pro reo, ya que no existían pruebas que pudieran tumbar su presunción de inocencia.
Los hechos ocurrieron sobre las siete de la mañana del 1 de enero de 2012 en el Poblado Marinero, cuando el agredido, portero de un pub, fue golpeado en la cabeza con un vaso. Al parecer, el portero de este pub no sabía quién era su agresor, pero le facilitaron un mote, que correspondía con el del acusado.
Tal y como ha podido saber este medio, el agredido cuando vio a la persona que apuntaban como el supuesto agresor retiró la acusación al entender que nada tenía que ver con los hechos y que era un chico tranquilo de su barrio.
Así, se retiró la acusación y el acusado se acogió a su derecho a no declarar, por lo que quedó absuelto al no haber pruebas que pudieran tumbar su presunción de inocencia.
No obstante, la defensa del acusado tenía todo preparado para demostrar que este nada tenía que ver con los hechos que tuvieron lugar el 1 de enero de 2012.
En primer lugar, el acusado no había pasado la noche de Fin de Año en el Poblado Marinero sino en un establecimiento de la zona del pantano, y de este lugar se fue directamente, junto con un amigo, a su casa a dormir. Así, a la hora en que se produjo la agresión en el Poblado Marinero, él se encontraba ya en su vivienda.
Además, la defensa del acusado también tenía para aportar la entrada del establecimiento en el que pasó la noche de Fin de Año y las declaraciones de un vigilante de este lugar y dos amigos del acusado.
Finalmente, el joven quedó absuelto y en el juicio se declaró la firmeza de la sentencia.