Un noble proyecto en Ceuta con un resultado exitoso. Gracias a la iniciativa de 25 de las integrantes de ‘Tejiendo con Corazón’, los ucranianos, afectados por el conflicto con Rusia, recibieron 230 mantas hechas con mucho amor, además de alimentos y pastillas potabilizadoras de agua.
Comenzaron esta labor a finales de febrero y ya a mediados de marzo anunciaban que tenían listas las primeras 25 mantas. A finales de abril ya habían podido enviar unas 80, en dos lotes de 40, siendo el segundo envío destinado a los hospitales infantiles de Ucrania.
El 13 de mayo procedieron al tercer envío de las mantas para Ucrania y en esa ocasión fueron 45. “En breve haremos el cuarto y último envío”, señalaron en ese momento.
Y tal y como lo habían anunciado sería entre mediados y finales de mayo cuando harían el último envío, algo que pudieron lograr el pasado sábado, cuando informaron en sus redes sociales que que “sumadas a las anteriores han sido un total de 230 mantas”, a lo que quisieron agregar “una donación de comida y pastillas potabilizadoras”.
Tras un gran esfuerzo, pudieron superar las expectativas. En una entrevista con El Faro, Nuria Buscató, una de las integrantes del grupo, había hablado de la satisfacción por lo que estaban haciendo, señalando que “la gente se ha volcado al proyecto, se ha recogido mucho, hemos recogido en cuatro colegios y la verdad que muy bien, aparte de los puntos de recogida en los que la gente se ha volcado”.
Cumplida la meta, desde ‘Tejiendo con Corazón’ recordaron en sus redes sociales que “cuando el 27 de febrero nos llegó la noticia que había un proyecto a nivel mundial para realizar mantas para Ucrania no nos lo pensamos dos veces y ese mismo día nos pusimos a tejer, con las lanas que teníamos en casa, y nos pusimos manos a la obra”.
Contaron que “el 1 de marzo oficialmente comenzamos el proyecto, y empezaron a llegarnos donaciones de lanas de nuestros familiares, nuestra sorpresa fue al recibir mensajes y llamadas de personas desconocidas por nosotras que también querían aportar su granito de arena, fue entonces cuando todo se desbordó. Algunos colegios se movilizaron para recoger ovillos de lanas, empresarios de la ciudad se pusieron en contacto con nosotras para ser punto de recogida de las lanas y los cuadros que iban tejiendo personas anónimas en sus casas”.
Finalizaron diciendo que “han sido muchas horas de trabajo, pero también han sido muchas horas de risas y de convivencia, ha sido un proyecto duro ya que sabíamos que las personas a las que iban dirigidas las mantas lo estaban pasando muy mal, y sacamos un lema ‘Manta tejida, persona abrigada’ y fue así como cada manta terminada se iba convirtiendo en una persona a la que abrigar y llevarles nuestro calor desde muchos kilómetros de distancia”.
Tras tejer unos 2.300 ovillos convertidos en 230 mantas agradecen a todos aquellos “que de una forma u otra se han volcado para que todo esto saliese adelante”.