Fatima Hamed llevaba a pleno una propuesta que requería un posicionamiento valiente por parte de todos. Que a un líder de un partido le nombren persona non grata en una ciudad no sucede todos los días. El PSOE y Caballas lo tuvieron claro: dieron su voto favorable a MDyC para que Santiago Abascal obtenga esa reprobación por parte del Pleno de la Asamblea. Se podía estar de acuerdo o no con esta propuesta, lo que no se podía era ejercer un papel descafeinado como hizo el PP, proponiendo una enmienda sin sentido y absteniéndose al final en la votación. Eso para mí tiene un nombre: cobardía. O, si quieren ser menos duros, falta de firmeza.
Los populares se llenan la boca llamando de todo a los líderes de Vox-Ceuta, que no son más que los discípulos de Abascal. Consideran que esta formación no tiene encaje en el entendimiento democrático asimilado por otros partidos y por eso, precisamente, rompieron el pacto que los mantuvo cual enamorados durante un tiempo. La cabeza de ese proyecto es Santiago Abascal y contra él iba dirigida una propuesta gestada por MDyC, que buscó compartir con los partidos que consideraban que había que visualizar el rechazo al incendiario y había que hacerlo significando que alguien así es non grato para los que entienden otra forma de hacer política pero, sobre todo, una misma manera de respetar a todas las personas, sean de la religión que sean.
El PP, cuyo alcalde dice en todos los plenos que hay que estar unidos, que esta es la ciudad de la convivencia, que aquí no caben exclusiones, que hay una única patria, una bandera común y una libertad de rezo…, tuvo el momento adecuado para dar un paso al frente y ejemplificar con un voto que todas esas cosas que dice las creen y que por tanto el líder de proyectos que menosprecian a una parte de la población y que consideran promarroquíes a españoles solo por ser musulmanes –como afea constantemente a Fatima Hamed y Mohamed Alí delante de las narices del alcalde- tiene que ser etiquetado por un foro como es el Pleno de persona non grata.
Pero lejos de dar ese paso se abstuvo. No dijo ni sí ni no, se abstuvo echando al ruedo al portavoz Rontomé para que nos hablara de ilegalidades o nos contara enmiendas paralelas para condenar declaraciones pero no a quien las dice, que es el mismo que constantemente sigue promoviendo una forma de hacer política que no entiende más que de unos contra otros.
Ayer era un día para quitarse caretas, para dejar las cosas claras, porque para decir ‘sinvergüenza’, ‘payaso’, ‘incendiario’ y demás, siempre hay tiempo pero para dar un paso al frente solo había un momento y ese era el momento de votar la propuesta de MDyC.