De nuevo polémica con el final del rezo. De pretender ser único ha pasado, como era de esperar, a ser doble, reflejando la división y fragmentación que se está produciendo entre los musulmanes. ¿Se imaginan a los curas boicoteando al vicario para hacer otra misa del gallo paralela y cerrando iglesias? Pues, para que nos entendamos, algo así pasa con el Musal-la, pero con una diferencia, que aquí quienes boicotean no son otros curas ni otros imames sino aquellos que trabajan para intereses marroquíes. Cada división, cada enfrentamiento y fragmentación es un pulso a la españolidad de Ceuta y cada paso dado por los lobos con piel de cordero es un golpe a la unidad y a la convivencia entre los propios musulmanes. El Gobierno español pasa de todo, se limita a subvencionar entidades islámicas sin preocuparle siquiera quiénes están detrás y qué destino se da a ese dinero. El Gobierno español y quienes aquí lo representan evitan pronunciarse cuando hay escándalos: ¿recuerdan algún posicionamiento del delegado del Gobierno cuando el imam Liazid tuvo que entrar escoltado en la mezquita? Claro que no, porque no lo hubo. Pero verán cómo el próximo viernes sí acudirá el delegado o el secretario general de su partido, el crackrracao, a dar la mano a los hermanos musulmanes porque, ya saben, a la vuelta de la esquina están las elecciones y un voto bien vale un Musal-la. Y dos, si me apuran.
Tampoco la Ciudad habló, a pesar de ser muy pulcra en eso de repartir subvenciones entre culturas y tener incluso una Fundación Premio Convivencia. Puro paripé porque cuando surgen enfrentamientos miran hacia otro lado, callan y consienten. También subirán al rezo colectivo sin hablar sobre cómo se toman que aquí en Ceuta, como somos mejor que nadie, se hacen dos rezos. Este camino se lo dejan a los espías, que están para un roto y un descosido: tan pronto van a las mezquitas a ver qué puñales se lanzan hoy como se pasean por la plaza de los Reyes para ver la evolución de la ‘crisis subsahariana’ que ha permitido el delegado del Gobierno porque le ha venido grande. Porque, me pregunto, si tanto analizó la movida desde el minuto cero, ¿por qué no se les ocurrió a él y a su colega Vivas retirar antes los cartones y sacar el sonómetro a tiempo? La respuesta.... otro paripé más. (Imagino que ahora el inspector jefe accidental de la Policía mandará al equipo de sonometría a todos los puntos desde donde se le reclame y no responderá al vecino que lo solicita que no hay agentes para hacer las mediciones. Eso ha ocurrido y en mi pueblo se llama desatender un servicio ciudadano, lo que resulta grave).
La contundencia nunca ha sido una virtud en la clase política de chichimona actual. Espero que en asuntos tan graves como las injerencias de Marruecos sobre lo que quieren los musulmanes de Ceuta, con orden y mando de la inteligencia marroquí y sus secuaces, se actúe. Sobre todo si nos topamos con amenazas a imames para que no abran las mezquitas o con enfrentamientos velados para demostrar qué poder tienen en Ceuta los que trabajan para el vecino. Y son más que los que conocemos.