Delegación del Gobierno ha confirmado la partida económica concreta que se destinará para la construcción de la nueva sede de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Partidas que pretenden servir para terminar con los ‘pisos patera’ en los que son obligados a trabajar los policías nacionales y los guardias civiles desde hace años. Los más viejos ‘en el convento’ cuentan la hilera de anuncios, de ejecuciones y de obras que han pasado por delante de sus narices con gobiernos del PSOE y del PP. Ninguno ha sido capaz de llevar a cabo ambas infraestructuras porque consideraron que no eran proyectos necesarios. Había dinero, había capacidad y tenían terreno, pero optaron siempre por mirar hacia otros fines. Así tenemos esa macroprisión usada a medias o solares dispuestos en principio para las fuerzas de seguridad que, después, han sido destinados a otros fines.
Guardias civiles y policías nacionales han sido engañados. Así durante años. Se ha permitido por parte de los distintos gobiernos que siguieran habitando infraestructuras tercermundistas que no pasarían por ningún plan mínimo de prevención. Sobre el futuro cuartel de la Guardia Civil hasta hace unas semanas el propio Ministerio de Educación anunciaba su intención de construir allí un instituto. El mismo Gobierno ratifica ahora su interés por situar en la zona la futura comandancia. Ni ellos mismos, ni sus distintas áreas parecen ponerse de acuerdo.
Como todo compromiso político hecho en unos momentos como los que se viven en la actualidad, existe un recorrido con meta y parada. Los anuncios quedan solo en eso, en ideales, puesto que habrá que esperar al 28A para saber qué gobierno queda y qué expectativas mantiene hacia lo ahora anunciado. Estamos demasiado acostumbrados a que proyectos ya encauzados queden para siempre en un cajón porque los recién llegados, e incluso siendo del mismo partido, han optado por obviarlos. ¿Qué difundimos?, ¿propósitos, anuncios de publicidad, compromisos reales, engaños al ciudadano? Se juega con demasiadas expectativas y con precedentes oscuros.