Hoy recordamos a alguien muy muy especial, alguien que nos regaló bellos momentos compartiendo su sabiduría, su cariño, y su dedicación siempre con un talante positivo y cercano para con todos.
La experiencia vivida contigo, Srta. Mª Carmen, nos hizo comprender a lo largo de los años el verdadero significado de la docencia, de tu maestría en tus clases y del cariño profesado por todo tu alumnado.
A lo largo del tiempo, Dios pone en nuestro camino a personas como tú que son difíciles de olvidar, porque has dejado una huella importante en nuestros corazones al acompañarnos en una etapa de nuestras vidas, sin embargo desgraciadamente no podemos quedarnos junto a ti pues circulamos en un tren en donde cada uno tiene su propia estación de bajada. Quisiéramos decirte desde estas humildes y sentidas líneas que lo fuiste todo en el colegio y fuera del mismo, nos aconsejaste cuando fue preciso, nos regañaste cuando así lo consideraste, nos diste una palmada cuando fuimos merecedor de ello y por encima de todo fuiste compañera y madre de todos nosotros. Gracias por este vagón de buenos recuerdos y por el legado que deja en cada uno de los profesores de este afamado colegio donde tú fuiste una de las precursoras de lo que hoy en día es el Colegio ‘Severo Ochoa’.
De igual forma, te agradecemos Mª Carmen infinitamente cada minuto de tu tiempo y la paciencia que tuviste con nosotros, por sembrar tus conocimientos, tu saber estar en cualquier situación y tu gran personalidad en defensa siempre de la enseñanza y de la educación, valores todos ellos propios de UNA GRAN MAESTRA Y PERSONA, por eso y en nombre de todos mis compañeros docentes que trabajamos en esta escuela, os queremos expresar a tu familia y a ti, nuestra inmensa gratitud porque en cada situación profesional o personal sostuviste una palabra de aliento en el momento preciso, por tus consejos, por tu apoyo, por tu sabiduría, y tu tan peculiar sentido del humor, por eso y sobre todo por permitirnos conocerte y darnos cuenta del gran ser humano que eras.
No es fácil despedirse de una persona como tú, pero es una enorme satisfacción haber sido parte de tu singladura académica y de momentos en los cuales tu felicidad fue plena, sabemos que esto no es un adiós, sino un hasta luego, pues nos entusiasma saber que siempre contaremos contigo. GRACIAS no es suficiente para expresar lo que sentimos, estas palabras son una mezcla de tristeza, de felicidad y de cariño, pues me resisto a tener que decir adiós a tan querida Maestra, sepa que nos hubiera encantado tenerla mucho más tiempo entre nosotros, pero comprendemos que su etapa concluyó porque así lo quiso Dios, para empezar en ese otro lugar que se ganó. Con mucha estima, afecto y reconocimiento, solo nos queda desearte muchos éxitos en tu vida profesional que a buen seguro continúa allí donde estés, y que Dios te siga bendiciendo infinitamente en cada paso que des.. ..