“A nivel asistencial esta ciudad tiene un déficit muy preocupante”

{jaimage crop="BC" /}Aunque no esconde que le gusta mucho conocer y dialogar con las personas, lo que sí está claro es que mantener una conversación con este ceutí no es perder el tiempo, sino más bien todo lo contrario.

Una entrevista con Pablo Núñez, actual secretario de Política Social del PSOE, permite descubrir a un joven ceutí que está muy implicado con los temas sociales, sobre todo por su vinculación con la asociación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGBT), la cual ha dejado ahora en un segundo plano para no mezclarlo con la política.
Ingresó en las filas socialistas por un compromiso personal pero poco a poco se ha ido implicando hasta tener muy claro que nuestra ciudad tiene muchos récords negativos, entre ellos la incorporación social de los LGTB así como cambiar la mentalidad de los dirigentes de los Servicios Sociales, al entender que se buscan más los votos que el fin último que es el verdadero estado del bienestar.
Pablo Núñez sólo quiere aportar su visión de la sociedad actual para poder mejorar las cosas en un momento donde entiende que se necesitan muchos cambios aunque estima que con el PP al frente de la “nave” sus iniciativas caerán en saco roto.

–¿Un ceutí de pura cepa?
–Efectivamente, fuí un niño del centro porque me crié en la calle Teniente Arrabal y a los nueve años me trasladé a los Baños Árabes. Tengo recuerdos muy buenos de la infancia, sobre todo cuando jugaba con mi hermano en la calle Teniente Pacheco, la cual cerrábamos para jugar al fútbol, así como también me acuerdo de cómo nos poníamos de barro en los bajos de la Marina Española.
–¿Qué recuerdas con más cariño?
–Las tardes que pasaba en el bar de mi madre que se llamaba “La Herradura” donde aprendí, con mi hermano Carlos, a jugar al ajedrez así como me puse al día con la música de los años 80 y conocí a mucha gente.
–¿Y a nivel de estudios?
–Estudié en el Lope de Vega y luego en el Abyla, donde me fueron las cosas mejor que en el colegio ya que empecé a sacar buenas notas. Mi madre siempre ha estado detrás de mí con los estudios y ésto hizo que fuera aplicado.
–Y con quince años te vas a Granada ...
–Me fuí por una decisión familiar y decidimos hacer una nueva vida allí. En Granada me desarrollé como persona adulta, mis mejores amigos tienen esa ciudad como referente a pesar de no residir allí y empecé mi pasión por la cultura, tuve mis primeros pensamientos en cuestiones políticas y me impliqué con los scouts, lo cual me marcó porque estuve educándome primero y luego de educador.
–¿Por qué te inclinas por la carrera de Derecho?
–Al principio iba a estudiar la carrera de Traductores e Intérpretes porque me apasionan los idiomas, me matriculé aquí en la Escuela de Idiomas y me enganché con el inglés y el francés, pero en el último momento me decidí por hacer Derecho y no me arrepiento.
–¿Te resultó gratificante la experiencia en la universidad?
–Sí, sobre todo porque te das cuenta que todo está regulado y que el derecho es el instrumento para que una sociedad funcione, de ahí que estoy muy orgulloso de la carrera aunque al principio era muy teórica.
–¿Y cómo acabas en un despacho de abogados en Madrid?
–Al acabar la carrera te das cuenta que debes saber utilizar las herramientas de la educación universitaria y me salió la posibilidad de hacer un máster en Derecho de Empresa y luego hacer unas prácticas de dos años en un bufete en Madrid. Allí hice mis primeras demandas pero no me gustó la competitividad tan dura que hay en ese gremio de los despachos. Trabajaba por 20.000 pesetas al mes.
–¿Tuviste la ocasión de estar presente en las salas de juicio?
–Sí, estuve de asistente de un abogado en los juzgados de la Plaza de Castilla. Me especialicé un poco en temas mercantiles como contratos o cumplimientos de cláusulas pero me hubiera gustado hacer temas civiles, lo cual es algo que tengo pendiente y que me gustaría retomar en el futuro.
–¿Cuándo regresas a Ceuta?
–Fue un verano del 2005 porque acabé un poco desanimado de Madrid en el plano laboral, a pesar de tener experiencias muy gratificantes, aunque tuve la suerte de contar con unos padres que han hecho un esfuerzo para costearme los estudios.
–¿Cómo entras en la Cruz Blanca?
–Por casualidad ya que me enteré de que había una plaza de administrador, presenté mi currículum, me entrevisté con el hermano Aurelio y me contrataron. En estos años he tratado de poner en marcha una institución anclada en el pasado para transformarla en una entidad prestataria de servicios sociales de calidad como cualquier otra pero con la diferencia de ser una entidad sin ánimo de lucro.
–¿Qué destacarías de esta institución?
–Es una entidad que ayuda en silencio a un montón de personas y que trabaja por intentar atender las necesidades de cuantos más ciudadanos mejor.
–Cambiado de tema ¿Cómo se produce tu encuentro con la asociación LGTB?
–Nació en el PSOE de la mano de tres personas como Damián, José Mari y Miguel porque había un movimiento en Ceuta para poner en marcha este colectivo ya que había muchas reticencias por parte de muchas personas aunque la peor forma de discriminar es la que uno se hace a sí mismo. La experiencia me ha ayudado a conocer muchas realidades que eran cercanas. Yo había tenido una buena vida personal por tener la aceptación de mis padres pero aquí hay muchas personas que no tenían esa oportunidad.
–¿Se han entendido vuestros mensajes en estos años?
–Las asociaciones no deben hacer cambios en la sociedad sino la propia ciudadanía, es decir, es una realidad que existe pero queda mucho camino por hacer ya que esta ciudad cumple muchos récords negativos y uno de ellos es la incorporación social de los LGTB, sobre todo en el caso de las lesbianas y los transexuales que en esta ciudad lo tienen más crudo porque hay culturas menos transigentes.
–¿Qué te gustaría conseguir para este colectivo?
–Hacer políticas de empleo específicas porque si vas a una convocatoria de trabajo siendo transexual y enseñas el currículum estás abocado al fracaso como profesional. Estas personas no pueden esconder su orientación porque un transexual no tiene armario y tienen más rechazado de toda la sociedad.
–¿Quién y cómo te reclutan para el PSOE?
–Fue por un compromiso personal porque no tenía una relación con la política aunque siempre he sido de izquierdas. El hecho de empezar a trabajar en LGTB me hizo recapacitar y el PSOE me dio la oportunidad de poder aportar nuestro grano de arena en busca de la igualdad de condiciones. Mi referente político, por ello, siempre ha sido Pedro Zerolo porque el Gobierno socialista ha realizado cosas en materia de igualdad que en otros países son impensables.
–¿Qué te hizo aceptar el ofrecimiento para ingresar en las filas socialistas?
–Yo tenía la vivencia personal de mi padre que fue secretario general y ví una oportunidad en la refundación del partido para poner en marcha una serie de revindicaciones. Fue a raíz de una agresión a una compañera llamada María cuando empecé a entrar en contacto con José Antonio Carracao, quien me convenció para formar parte de su proyecto político.
–¿Es difícil ser en estos momentos secretario de Política Social?
–Lo cierto es que Ceuta, a nivel de calidad asistencial, tiene un déficit muy preocupante porque hay muchas diferencias entre ricos y pobres ya que vivimos en una sociedad anclada en muchos pensamientos del siglo pasado.
–¿Qué te parece el II Plan de Inclusión Social?
–Hay muchas cosas que cambiar porque es injusto el peso que el Gobierno de la Ciudad pone en las asociaciones, con lo cual la finalidad reivindicativa se diluye ya que pierden más el tiempo en ver si pueden pagar o no o si se les cae el techo del local, es decir, es triste haber malgastado muchos recursos. Los Servicios Sociales se han tirado más a la búsqueda de votos o pagar favores que a buscar un verdadero estado del bienestar. Por otro lado, pienso que el PP no se cree el Plan de Salud que tienen.
–¿Agudiza todo más la crisis?
–Sí, porque se han producido recortes importantes a las entidades sociales, los recursos públicos son mínimos y todo descansa en las entidades sociales, lo cual no se puede permitir bajo ningún concepto.
–¿Algún deseo a corto plazo?
–Lo principal sería convencer e implicar a las personas en un proyecto político que es de todos como el PSOE.

Licenciado en Derecho

FICHA. Pablo Núñez Díaz (Ceuta, 1976) es el mayor de una familia de cuatro hermanos cuyo padre es ceutí y su madre malagueña.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada (1995-2000), desde hace nueve años ostenta el cargo de administrador de la Cruz Blanca, aunque previamente había ejercido en un despacho de abogados en Madrid durante dos años.
Desde abril del 2010 es el secretario de Política Social del PSOE, un partido al que se incorporó tras la refundación del mismo en el año 2007.
Es dirigente de la asociación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) “Y a tí qué?” desde su fundación en el 2004, aunque ha dejado a un lado este colectivo para no mezclarlo con la política.
Entre sus aficiones, le gusta viajar, la cultura clásica y conocer y dialogar con la gente.