Hace tiempo, mucho tiempo que llegaste a Ceuta para hacerla tuya. Y tuya sigue siendo. Los nombres y apellidos, las costumbres y creencias, lo distinto del uno , y lo diferente del otro , poco te importa. Viniste para ser de todos, y a todos proteger bajo tú perpetuo mandato de Patrona.
Eres de Ceuta la más antigua, eres en Ceuta la más querida, y por antigua y querida, también eres la más nombrada y venerada.
Hoy es tu día, uno más de los muchos en que haces tuya las calles de Ceuta. Saldrás como siempre, majestuosa y Señora. Por siempre serás Señora, y por ello, y por siempre, los ceutíes te sabemos respetar. Todos te respetamos. Esa es parte de la grandeza de Ceuta, de tu ciudad. No eres patrimonio de nadie, eres patrimonio de todos.
Pasearás notando el esfuerzo de esa cuadrilla que bajo los sudores de cada mes de agosto te balancean como mereces, engalanada de los mimos y cuidados que por querida te has ganado.
Avanzarás como siempre, nunca sola. Y como siempre, bonita y querida, notarás el susurro de los rezos , y el sonido del abanico que intenta aplacar - más que el calor del día-, la sensación y alegría de verte cercana, muy cercana. Notarás como siempre el empuje de tus vecinos - que con el arrastre de sus pasos-, hacen para ti el mejor acompañamiento musical que tú mereces.
Saldrás de tu casa con el olor de las flores que tus hijos te ofrecieron. Olerás como siempre, radiante y hermosa. Tu manto ya no admite tanta fragancia. Está impregnado con el respeto, cariño y devoción que te ofrecemos. Tu manto, sea el que te pongas, siempre será secundario, muy secundario a tu Excelsa imagen.
Tú eres sublime por ser quien eres, Nuestra Virgen de África, Patrona de todos los ceutíes.
‘Viva nuestra Patrona’.
(Dedicado a mis dos África y a todas las mujeres que llevan tan lindo nombre).