“A los ceutíes hoy no les preocupa que Ceuta sea Comunidad Autónoma”

A apenas seis meses del vigésimo aniversario de la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, admite el debate sobre si Ceuta debe mantener viva la posibilidad de elevar su rango institucional al de Comunidad Autónoma para gozar de “más autogobierno” pero no la polémica sobre si el encaje de la Administración local en España

está resuelto o no: “Somos igualmente España siendo Comunidad que siendo Ciudad Autónoma”, sentencia. Ahora la prioridad es otra, “mejorar los niveles de eficiencia en la gestión de los servicios públicos”.
–¿Repetirá este 2 de septiembre que el Estatuto de Autonomía de 1995 sigue siendo un “instrumento útil” que se puede desarrollar?
– No voy a hablar del Estatuto en el acto del Día de Ceuta. Hubo una época en la que nuestro rango institucional generó dudas acerca de una cuestión fundamental, la presencia e integración de la ciudad en la estructura territorial del Estado. Hubo muchas dudas sobre la resolución del encaje y, después, sobre si la solución alimentaba inquietudes que afectaban de forma cierta y hasta justificada a la sociedad ceutí. Todos recordamos las manifestaciones multitudinarias, quizá las mayores que se han conocido…
– ¿Quedó satisfecha aquella demanda autonomista?
– Ha quedado absolutamente claro que no somos una Comunidad Autónoma pero sí un Ayuntamiento con competencias autonómicas. Eso no incorpora ningún factor que ponga en riesgo o que alimente el debate sobre si estamos o no integrados en España. Eso se ha conseguido a fuerza de confirmar nuestra presencia institucional en cualquier ámbito nacional que se refiera las Autonomías o a los Ayuntamientos, algo que nunca hemos dejado de ser como entidad básica reconocida en la Constitución. Además hemos vivido el proceso de integración de toda España y de Ceuta en particular en la Unión Europea, que significa mucho. No se puede estar en Europa si no se está en la estructura territorial del Estado, y nadie duda de que, también con nuestras peculiaridades arancelarias y fiscales, Ceuta está integrada en la UE. Más o menos todo ha coincidido en el tiempo en la segunda mitad de los años noventa: el Estatuto, la presencia determinante de fondos europeos, la inversión y mejora del Régimen Económico y Fiscal (REF) especial, el euro… Los ceutíes, opino modestamente, no tienen hoy la conversión en Comunidad Autónoma como un objetivo prioritario.
– ¿Cree que eso es positivo?
– Yo creo que hoy, en el curso del debate que estamos viviendo, con opciones políticas que defienden hasta la independencia o un Estado Federal… No digo que no tenga interés pero sí que tiene mucho menos del que tuvo en su momento. La mejor manera que yo políticamente tengo de significar esta reflexión es centrarme en mi discurso en que hubo un momento de la historia en el que decisiones de ámbito nacional supusieron un perjuicio para Ceuta desde el punto de vista económico, del empleo y de la Hacienda. A eso se unió cierta inestabilidad política y aquello configuraba un cuadro que para algunos ponía a la ciudad al borde del abismo pero eso cambió, se resolvió el mapa autonómico, llegaron fondos europeos y hubo una decidida voluntad política de favorecer la inversión en Ceuta y la prestación de lo servicios públicos fundamentales. No voy a referirme a la reivindicación de la Comunidad Autónoma porque no creo que forme parte, hoy, del debate político, y no está entre las preocupaciones ciudadanas. Si hay algo que preocupa a los ceutíes es no perder lo que hemos alcanzado, no dar la meta por lograda en lo que se refiere a la igualdad con el resto de los españoles en la cobertura de servicios públicos fundamentales. Hemos avanzado mucho pero no podemos dar el camino por recorrido en términos absolutos. Yo creo que también preocupa que el debate sobre la solidaridad, que hoy es un elemento fundamental en la relación del Estado con los entes territoriales, Autonomías o Ayuntamientos, no vaya en perjuicio de Ceuta. Y que el drama y la herida del paro siga siendo objeto de atención prioritaria por parte de todos sin frivolidades ni demagogias, contando la verdad y cada uno en su ámbito de competencia.
–  ¿Y la integración social?
– También preocupa que esta sea una ciudad para la convivencia y la fraternidad, que huyamos del enfrentamiento y no demos pie nunca a una ciudad dividida en bandos que respiren odio y resentimiento. Y que se nos vea bien en el resto de España, que se asocie Ceuta a la virtud porque tenemos razones para ello con nuestra capacidad paga acoger, para compadecernos y comprender a quienes vienen huyendo de la tragedia o del drama. Que sigamos siendo siempre una permanente vocación de servicio a España como baluarte, atalaya, centinela y ahora cumpliendo un papel tan fundamental como frontera sur terrestre de Europa en África con todo lo que ello conlleva en forma de limitaciones, sacrificio y plus de esfuerzo.

–  Hay quien sigue pensando que no ser Comunidad Autónoma implica que no somos iguales
– El asunto es hasta dónde llevamos el grado del hecho diferencial. En lo que hay que ser iguales es en derechos y obligaciones. Los iguales no son los territorios sino los ciudadanos y los ceutíes somos ciudadanos españoles iguales en un territorio que es España con hechos diferenciales. Que se me diga dónde no está Ceuta representada en un ámbito de relación multi o bilateral entre el Estado y los territorios. Estamos en todos los foros y en todas las comisiones. ¿O es que yo no voy a la Conferencia de Presidentes? Nosotros tenemos unas peculiaridades institucionales como también las tienen los canarios o los navarros. Aquí se ha buscado un encaje…
– ¿Es usted partidario de olvidar definitivamente la Transitoria V?
– Yo no digo que se renuncie absolutamente a la Transitoria V, que ahí está. Tanto da. Si la desarrollamos, bien. Si no, también. Alimentar las dudas por ser diferentes no es bueno.
–  Al PP y al PSOE se les ha acusado de obviar esa herramienta para no molestar a Marruecos
– Esa es una manera de verlo. La otra es que hay hechos diferenciales fundamentados en circunstancias objetivas que los avalan. El ejemplo de la fiscalidad es claro. Nosotros por razón de tamaño, de peso de la solidaridad del resto de España para tener los mismos servicios públicos esenciales, se justifica que la presencia del Estado y sus capacidades sean mayores que en el resto de España. Esa diferencia no afecta a temas tan definitivos como el carácter de entidad territorial básica que somos como Ayuntamiento. Si se quiere justificar la Autonomía porque consideramos beneficioso tener más capacidad de autogobierno, respeto la consideración. Si se quiere justificar porque seríamos más España contesto radicalmente que no. Somos igualmente siendo Comunidad que siendo Ciudad Autónoma. Lo mismo que la Nación española es anterior y fundamento de la Constitución, Ceuta es España siendo Comunidad, Ciudad o Ayuntamiento. En cualquier formato. Imagine que España se estructurara, hipotéticamente porque yo no creo en ese modelo, como un Estado Federal: ¿si no somos una Federación ya no somos España? Sería absurdo.
– ¿Hay alguna competencia no asumida que le gustaría gestionar?
–  Aquí hay una gran asignatura por resolver no ya de la Ciudad Autónoma sino yo creo de todas las Administraciones Públicas: mejorar los niveles de eficiencia en la gestión de los servicios públicos. Más que aspirar a nuevas competencias lo que tenemos es que mejorar la eficiencia. No vamos a poder avanzar en calidad a base de más gasto. Ni nosotros ni nadie. Lo que tenemos que hacer es, con los recursos disponibles, asignarlos de forma más eficaz y eficiente para llegar a más gente. Eso está anunciando, a niveles internos, un proceso de profunda reforma estructural en lo que concierte a la organización de la Administración para señalar medios y protocolos y procedimientos de gestión en los que, sin ser empresa privada, caminemos hacia su forma de funcionar típica en la asignación y utilización de recursos escasos. Y no estoy hablando de privatizar.
– Sea más concreto
– Hace falta una análisis profundo y serio sobre si los medios de cada servicio son los que necesita para atender eficazmente las demandas ciudadanas. Eso implica una reasignación. Seguidamente, establecer un funcionamiento de servicios por objetivos que no sea papel mojado. Que cada servicio tenga una memoria antes de empezar el año que acompañe el Presupuesto y que diga lo que se va a hacer para, al final, poderlo evaluar con un peso profesional muy importante, relacionado pero al margen del campo político. Eso hace falta en toda España y es muy necesario en Ceuta.
–  Algo así ya se anunció con la fallida reforma del sector periférico.
– Sí. Nos vimos frustrados. Lo que queríamos era juntarnos todos, crear una Administración única y repartirnos el trabajo en función de las necesidades. Esa era la filosofía pero no se pudo llevar a cabo y no por falta de voluntad política sino por razones legales. Por otra vía habría que llegar a eso...
– ¿En 8 meses han avanzado algo?
–  Poca cosa. Debo reconocerlo. Era una intención y hay que hacer autocrítica. Lo que sí hemos hecho es superar el proceso de ajuste presupuestario muy duro, un cambio de filosofía que nos cogió con un nivel de exigencia de amortización de deuda muy notable. A pesar de ello hemos conseguido revertir la situación. Hoy estamos mejor desde el punto de vista de la solvencia que en 2011 y lo hemos hecho sin ningún Expediente de Regulación de Empleo. Recuperada la estabilidad presupuestaria y financiera yo creo que esta es la gran cuestión.
– ¿Teme que el acto del Día de Ceuta se convierta en un evento endogámico, siempre con los mismos trajes y uniformes?
– Todo lo podemos inventar... Yo, para no contradecirme en el afán de no generar controversia, menos en el Día de Ceuta, creo que por favorecer un clima de inclusión, encuentro, responsabilidad y compromiso de todos a una a favor de los objetivos comunes separando lo fundamental de lo accesorio, el PP está de acuerdo en que no puede ser flor de un día. Hay que trasladar esos afanes participativos al comportamiento cotidiano. Esto es lo que es aquí y en casi toda España salvo donde hay grandes conflictos. Donde las cosas están resueltas más o menos este es un día sobre el carácter de la región, sobre los valores de la sociedad, sobre sus activos, sobre sus problemas, sus retos… En eso consiste básicamente aunque haya un componente festivo hoy perjudicado por las limitaciones presupuestarias y un homenaje a instituciones y personas.
– ¿Se ha arrepentido de quitar la consideración de festivo laboral al Día de Ceuta?
–  ¿Y cómo lo hacemos? En su momento, entre todos, pensamos que lo que menos dañaba los sentimientos era esta opción. Lo sigo pensando. Es una prueba de generosidad. Considerábamos que debíamos poner de manifiesto que esta es la ciudad del encuentro y la generosidad en favor de la convivencia y así actuamos. Entre lo ideal y lo posible está lo práctico y no todos saben resolver ese trayecto. Que me digan cuál quitar porque más festivos no puede haber. No quisimos tocar ninguna festividad religiosa para no herir susceptibilidades, para que nadie lo pagara con la otra festividad. Si Ceuta es generosidad y encuentro qué mejor que hacer del Día de Ceuta un ejemplo de ello.

Tres galardonados con todos los merecimientos

El presidente de la Ciudad Autónoma está convencido de que  “las dos instituciones y la persona que serán reconocidas este año en el Día de Ceuta son muy merecedoras de sus distinciones”. “La Comandancia General”, destaca, “tiene un lazo y un vínculo con Ceuta desde el origen, absolutamente sincero y auténtico” porque desde su punto de vista “el amor de Ceuta al Ejército, y no hay que ruborizarse, forma parte de nuestro ADN”. “El reconocimiento a una institución que cuida de una profesión y de una actividad que es pilar básico para la convivencia democrática como el Colegio de Abogados, superando dificultades con consistencia, perseverancia  e implicación”, añade, “merece un reconocimiento”. “Y luego”, apostilla sobre la waterpolista Lorena Miranda, “tenemos a una niña que desde aquí, desde el Club Natación Caballa, desde La Ribera, en dos años ha cosechado cuatro medallas olímpicas, mundiales, europeas… Es un ejemplo en el que mirarse toda la sociedad ceutí a través de la que homenajeamos también a toda esa gente anónima que se levanta a las 6 de la mañana para que haya niños jugando al waterpolo y que de vez en cuando nos salga una Lorena, siendo como es además…”. “Reconociéndolos a ellos”, interpreta, “nos reconocemos un poquito a todos y sobre todo a ese paisaje humano de la convivencia, de la capacidad de acogida, del servicio a España. Eso merece la pena. Desde el punto de vista de la creatividad seguro que los hay más que yo pero desde la oposición no se puede querer gobernar todo. Ahora nos toca a nosotros y cuando estén otros seguramente harán otra cosa y el resto tendremos que aceptarlo y respetarlo. Ello no es óbice para decir que necesitamos unidad, inserción, inclusión y aunar esfuerzos en objetivos comunes, sin ninguna duda”.