El director de cine Ridley Scott con su versión no histórica de Napoleón y la sala de subastas Sotheby´s con un maravilloso Velázquez robado por los franceses durante su invasión a España en la cruenta guerra de la independencia, en la que murieron 500.000 españoles, y ahora a la venta por 32 millones de euros, han despertado mis demonios anti napoleónicos.
En cuanto a la pintura, se trata del retrato de cuerpo entero de Isabel de Borbón. La casa de subastas ha explicado que los retratos reales de la familia del rey Felipe IV de España realizados por Velázquez “se encuentran entre las contribuciones más importantes del artista a la historia del arte”.
Pintado en un momento de cambio en la carrera de Velázquez, el lienzo de 2 metros de altura representa a la reina Isabel de España, hija de Enrique IV de Francia y su segunda esposa, María de Médici. La reina en su veintena, se muestra confiada con un deslumbrante vestido de corte negro. "Está en la cima de su poder: una reina querida y respetada, ampliamente admirada por su rápido ingenio, inteligencia y espíritu generoso", han reseñado desde la casa de subastas.
"Después de la invasión de España por Napoleón en 1808, la pintura fue robada y llevada a Francia, donde fue exhibida en la Galería española del rey Luis Felipe en el Louvre"
Después de la invasión de España por Napoleón en 1808, la pintura fue robada y llevada a Francia, donde fue exhibida en la Galería española del rey Luis Felipe en el Louvre
La pintura colgó durante muchos años en el palacio del Buen Retiro de Madrid. Después de la invasión de España por Napoleón en 1808, la pintura fue robada y llevada a Francia, donde más tarde se exhibió en la Galería española del rey Luis Felipe en el Louvre hasta la caída del poder del monarca en 1838.En cuanto a la película, “Napoleón”, el amigo Scott centra la historia del villano en una historia de amor más propia, para los amantes de la Historia, de las cadenas de telebasura.
Todo ello me ha despertado de nuevo el enigma que una y otra vez renace en mi cerebro acerca de mi inexplicable Napoleón. Un estratega militar de primer orden, propulsor de leyes y códigos civiles que han amaestrado a diversas naciones europeas y que se deja acariciar por el poder y ensombrece todo lo que de glorioso tiene.
Hasta mi querido amigo Beethoven le retiró el saludo y siendo hasta entonces ferviente admirador del ambicioso militar le iba a dedicar su Sinfonía n.º 3 en mi bemol mayor, Op. 55, “Bonaparte”, la partitura compuesta por el genio de Bonn entre 1802 y 1803 al considerarlo liberador de Europa y de los ideales de la Revolución Francesa, los derechos del hombre y la hermandad entre los hombres, encarnados en el militar, pero cuando el ilustre sordo se enteró de que el militar y estadista se había autoproclamado emperador, enfureció y borró su nombre de la partitura, “Ahora solo va a obedecer a su ambición, para elevarse más alto que los demás y convertirse en un tirano”, manifestó. La sinfonía se llamaría entonces “Heróica”, en honor de un héroe que ya no sería Napoleón sino el príncipe Joseph Franz von Lobkowitz. Para mí ese es el gran misterio el de la ambición innecesaria , cuando se ha llegado a la cima y entonces querer llegar a ser dios y para intentar esclarecerlo siempre buceo en ese periodo revolucionario que ha sido alabado por muchos historiadores o amantes de la historia, como punto final del Antiguo Régimen; en mi caso considero que el precio ha sido excesivo y por tanto abusivo y con muchos más obscuros que claros.
La idea del imperio napoleónico la va gestando Napoleón durante la Revolución Francesa, cuyo origen se sustenta en la falta de libertades individuales, la pobreza extrema y la desigualdad que existía en Francia durante el reinado de Luis XVI y María Antonieta, revolución que a fuer de sangrienta, sobresalió en algunos aspectos como en la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en Agosto de 1789: “Los hombres nacen libres e iguales en derechos”, pero que poco a poco se va convirtiendo en una anarquía y Napoleón se considera el hombre capaz de dominarla. Es un periodo sangriento de diversas guerras civiles, un periodo de verdadero terror enviando a la guillotina en su periodo más álgido a miles de franceses entre ellos a los reyes reinantes. Esta Revolución nacida con la toma de la Bastilla el 14 de Julio de 1789, no pide inmediatamente la cabeza del rey, de hecho el 10 de Octubre de 1789 la monarquía como derecho divino desaparece, pero Luis XVI será rey de los franceses, dado que la soberanía reside en el pueblo francés, ya no podrá utilizar el título de Rey de Francia y de Navarra. Pasarán tres años y medio hasta que el rey sea guillotinado el 21 de Enero de 1793 en la actual Place de la Concorde de París , ya Luis XVI será simplemente el ciudadano Luis Capet. En España Carlos IV decretaba tres días de duelo por “el gran heroísmo del muy cristiano rey de Francia” al tiempo que denunciaba “la enorme atrocidad que ha caracterizado el atentado contra su persona”.
"En cuanto a la película “Napoleón”, el amigo Scott centra la historia del villano en una historia de amor más propia, para los amantes de la Historia, de las cadenas de telebasura"
En el periodo de diez años 1789-1799 que dura la Revolución, Napoleón ha ido viendo la poca categoría de los mandos del Ejército. Durante ese tiempo , con sus diversas etapas desde los Estados Generales, la Asamblea Constituyente (1789-1791) cuya misión principal fue redactar una Constitución, la Asamblea legislativa o Monarquía constitucional (1791-1792), la I República o Convención (1792-1795) donde la familia real y los nobles no aceptan las imposiciones de la Asamblea Nacional, guillotinan a los reyes con diez meses de diferencia, María la última recordaría cuando los franceses se movilizaron reclamando falta de pan, y ella contestó “Que coman pasteles”. Un verdadero baño de sangre es el denominado Reinado del Terror (del 5 de septiembre de 1793 al 27 de julio de 1794), con un Comité de Seguridad Pública dominado por Maximilian Robespierre, quien manifiesta que una auténtica República no podía existir sin una base de terror, "el terror sin virtud es fatal, la virtud sin terror es impotente".
La Convención Nacional consideró necesario implantar el terror como orden del día para poder erradicar a los espías y conspiradores contrarrevolucionarios. Esto condujo a la promulgación de la Ley de Sospechosos, que posibilitó la detención de entre 300.000 y medio millón de ciudadanos en todo el país.
Se ejecutó a 16.594 de estos "sospechosos" luego de un juicio, mientras que alrededor de 10.000 murieron en prisión, y miles más fueron asesinados en diversas masacres organizadas en toda Francia.
Se calcula que el número total de muertos durante los diez meses del Reinado del Terror oscila entre 30.000 y 50.000, entre ellos Robespierre, guillotinado. El último periodo de la Revolución sería el Directorio, (1795-1799) cinco Directores lo presiden y promulgan una nueva Constitución en 1795.
El país con revueltas internas por doquier y la necesidad de combatir a las potencias absolutistas que seguían en guerra contra Francia se fijó en uno de su ídolo Napoleón , que ya había actuado por su cuenta el 18 de Abril de 1797 cuando firmó un armisticio personal con los austriacos.
El Directorio a la cabeza del país, no le dio ningún poder para ello. La necesidad de calmar las revueltas internas, así como de combatir a las potencias absolutistas que seguían en guerra con Francia, llevó a que el ejército adquiriera una notable importancia en esta etapa.
Dentro de sus filas se encontraba el ambicioso corso , que para frenar los recelos de los Directores que ya sospechaban de sus malas artes y su ambición, en Octubre de 1797, les había escrito una carta diciendo:“No quiero otra cosa que servir de ejemplo del respeto a los magistrados y de la aversión al régimen militar que ha destruido tantas repúblicas”, ya tenía las artes de un felón.
Para hacer méritos inicia la campaña de Egipto en 1798 en la que llegó a conquistar Alejandría y el Cairo, dormiría en la pirámide de Keops, asesinaría a tres mil prisioneros turcos que no podía alimentar, y su ejército durante una de las batallas contra los mercenarios mamelucos, arrancarían parte de la nariz a la Efigie.
La expedición fue un desastre, no consiguió cortar las comunicaciones de los ingleses a la India, robó todo lo que pudo y volvió sorprendentemente sin permiso a Paris donde el 10 de noviembre de 1799, dio un golpe de Estado, acabando con el Directorio: “La Revolución ha terminado” dijo . Comienza el Consulado, previsto para diez años (1799-1809) Napoleón será Primer Cónsul, primus inter pares de los tres de la institución. Pero la ambición le puede, él en primer lugar piensa en ser Primer Cónsul vitalicio y cinco años más tarde en 1804 se autoproclama emperador de los franceses en la hace poco incendiada Notre Dame de Paris, arrebatándole la corona al Papa Pio VII. El paso de Primer Cónsul, puesto que tenía asegurado durante diez años a la autoproclamación como emperador, hace de un hombre extraordinario un ídolo de barro.
"Está en la cima de su poder: una reina querida y respetada, ampliamente admirada por su rápido ingenio, inteligencia y espíritu generoso"
En los 14 años de mandato de Napoleón hubo muchos altibajos. En los cuatro años como Primer Cónsul y en esencia como dictador militar y durante los diez de auto emperador, ganó más batallas de lo que Francia había obtenido en siglos y se había anexionado más partes de Europa de lo que nunca hubiera imaginado cualquier dictador.
Equilibró las finanzas desastrosas provenientes de la revolución y casi personalmente escribió los libros de leyes que todavía se usan en la Administración francesa y otras europeas. Cuando no estaba guerreando redactaba leyes para mejorar la vida de sus ciudadanos, entre otras un código civil, otro penal, y un último de comercio, un sistema de educación incluida la universitaria, fundó escuelas de leyes, y un sistema fiscal que equilibró las cuentas, a esto ayudó la venta de la Louisiana.
Los ingleses en su mofa dicen que el mayor invento cultural y de lo que se tenía que sentir una nación orgullosa, es el invento también napoleónico, del burdel. Nunca dominaría a los británicos, el duque de Wellington dirá “Hemos sido, somos y confío en que siempre seremos, detestados por los franceses”.
No habiendo podido vencer a los británicos militarmente, Napoleón impuso el bloqueo sobre las mercancías británicas con el propósito de arruinar su comercio. Portugal fue una de las naciones que no se plegó al bloqueo, razón por la cual buscó una alianza con España para invadir Portugal. Debido a la debilidad militar española en el momento y tras la pérdida de su armada en la batalla de Trafalgar, se firmó el tratado de Fontainebleau, en el que se permitía a Napoleón entrar en España con su ejército para derrotar a Portugal y cerrar las rutas comerciales británicas.
Tras cruzar la frontera española y ocupar la capital portuguesa, sus tropas ocuparon varias ciudades españolas, lo que generó una rebelión popular que inició la Guerra de Independencia Española en 1808 entre las tropas francesas y las españolas, en las que tuvo un papel fundamental la lucha de guerrillas. Los españoles derrotarían a Napoleón después de una larga y sangrienta guerra que duraría seis años (1808-1814).
La invasión de Rusia de 1812, sería el comienzo del fin de una ambición por la cifra ingente de efectivos que involucró, cerca de 600 000 hombres, por las pérdidas que ocasionó, solamente regresaron 50.000, y por la violencia de sus batallas. La otra partitura , la Obertura de 1812 op.49 del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky encargada para ser estrenada e interpretada en la inauguración de la catedral del Cristo Salvador en Moscú, la cual había sido ordenada construir por el Zar Nicolás I para conmemorar la victoria rusa sobre las tropas de la Grande Armée de Napoleón Bonaparte.
Esta composición musical narra casi literalmente la campaña militar en 1812 y nos traslada a distintos pasajes de aquel momento histórico que llevó al pueblo ruso a enfrentarse con la mayor fuerza militar que Europa haya conocido hasta ese entonces, el Ejército Imperial Francés. Luego de triunfo tras triunfo, los franceses y sus aliados llegaron a Moscú, pero lo que parecía una clara victoria tuvo un vuelco inesperado que la obertura nos detalla.
A su vuelta a París, adiós emperador, desterrado a Elba, donde la ambición le sigue estallando, su ambición le pudo tanto que escapó de ese primer presidio antes de un año y de nuevo a Paris con todos los que de nuevo le reconocían como emperador.
Serían los prolegómenos de la Batalla de Waterloo y su derrota definitiva el 18 de junio de 1815, siendo desterrado por los británicos, esta vez a la isla de Santa Elena a casi 2.000 kilómetros de tierra firme, en mitad del océano Atlántico, donde falleció el 5 de Mayo de 1821. François-René de Chateaubriand, uno de los pocos gigantes de la literatura universal escribió en su obra «De Buonaparte y de los Borbones», escrita en 1814, y editada en España en 2011, que Napoleón “Ha corrompido más él a los hombres, ha hecho más daño al género humano en el corto espacio de diez años que todos los tiranos de Roma juntos, desde Nerón hasta el último perseguidor de los cristianos”.
Los franceses guillotinaron a Luis XVI y después de Napoleón llaman otro Borbón, sería Luis XVIII, pero eso será ya otra historia.