La conectividad de Ceuta es uno de los ámbitos en los que se ha comprometido a intervenir la Administración General del Estado a través del Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico aprobado por el Consejo de Ministros en octubre del año pasado, aunque de los avances en ese ámbito no se sabe nada concreto.
Más allá de las bonificaciones que alcanzan el 75% para los traslados en barco hasta Algeciras y en avión desde los aeropuertos de Jerez, Sevilla y Málaga, los caballas siguen echando de menos mientras pasan los años que se materialicen (o se desechen con las oportunas justificaciones) compromisos esbozados más o menos formalmente por los políticos como el de extender ese régimen de ayudas al transporte ferroviario, una de las grandes apuestas para la movilidad nacional del Gobierno central actual.
En vía muerta parece haber quedado también la posibilidad de recurrir a aeropuertos cercanos como los de las ciudades marroquíes de Tánger y Tetuán, que podrían ofrecer oportunidades útiles a los interesados para desplazarse en avión sin necesidad de cruzar el Estrecho. Hacerlo por la frontera lo dificulta enormemente el colapso habitual del paso a la hora de atravesarlo en vehículo.
En ese contexto Hélity vio una posible veta de negocio en enlazar por encima de reparos políticos la ciudad autónoma con esas dos infraestructuras del país vecino con escala en Algeciras, pero Interior no avanza con la habilitación del helipuerto de la localidad gaditana desde hace cuatro años y asume que carece de fecha para hacerlo. Otra expectativa económica y social frustrada sin explicación pública que debería resolverse a la mayor brevedad.