La escasa talla política que el PSOE viene dando en sus últimos 138 años sólo es comparable a la miseria ideológica de los comunistas de Podemos y su totalitarismo fundamentalista, quizá por eso se llevan tan bien que incluso van de la mano en muchos de los ayuntamientos que ahora incumplen reiteradamente la ley.
El PSOE ha tenido mejores momentos que ahora, y los ha tenido porque ha disfrutado de mejores líderes que los presentes. El actual nivel del socialismo español es tan bajo, que hasta Alfonso Guerra parece un estadista comparado con ellos.
La pérdida de identidad, la falta de liderazg, la inexistencia de sentido de Estado, y el rumbo errático del socialismo español les ha llevado al naufragio, donde se encuentran debatiendo la supervivencia o la anexión con los estalinistas. El PSOE todavía anda con el acné del “buenrollismo” ante la definición de España, el diálogo con los delincuentes, o la insolidaridad con las zonas pobres de España, mientras el estalinismo de Podemos les roba la cartera de votos.
Tras el derrumbe de la era felipista, por una corrupción que supera con creces a la actual, salvo en el caso de los EREs andaluces, ya nadie fue capaz de darle una identidad útil a un socialismo que mantuvo secuestrado el voto de la izquierda hasta la repentina y oportuna aparición del radicalismo de izquierda. El socialismo se ha inmolado con la propia gasolina que ha elaborado, Podemos.
Qué enorme cantidad de ansias de mejora secuestradas, cuánta gente frustrada por el odio visceral y la radicalidad de unos cabezas de listas que sólo aspiran a pisar alfombra roja y lo pretenden conseguir, no por méritos propios, sino por demérito de los populares. Ahora ya sólo anhelan a no ser relegados a tercera fuerza política, intentan no ser fagocitados por el totalitarismo de Podemos, llegando a pactos de gobierno con los radicales y el aldeanismo, como si la vorágine de la violencia política de estos radicales fuese a ser condescendientes con el socialismo.
Aunque a parte del clero catalán les parezca que sí, no se puede estar en misa y repicando. La reprobación de la vicepresidenta del Gobierno y no la de cualquiera de los golpistas, es confundir el respeto a la ley con los delincuentes, es menospreciar, manipular y tergiversar el sentido de la presencia del CNP y la GC en Cataluña, es justificar la lamentable y vergonzante actuación de los Mozos de Escuadra, dar alas a los delincuentes, al golpismo, y asestar una puñalada trapera al triunfo de la ley y el orden constitucional.
El Estado de Derecho también se defiende con violencia con mayor frecuencia de la que pensamos ¿o acaso creemos que los presos están en las cárceles por voluntad propia ? ¿y las multas de tráfico ? ¿no es un método coercitivo la presencia de policías ? o visto de otro modo ¿disuasorio ?
No seamos hipócritas ¿por qué creen que dotamos a la policía de armas ? Para defender nuestro Estado de Derecho ante aquellos que se saltan la ley, y en Cataluña eso es lo que ha ocurrido. El PSOE ya ha elegido con quién está.