Esta noche es tan especial doy fe que dentro de mi hay algo, que no puedo decir. No porque no sea capaz de expresar mis sentimientos, sino porque no puedo dejar de pensar en muchas cosas.
Esas que me han importado tanto, durante tanto tiempo, que ahora que no las tengo es cuando me doy cuenta de lo que verdaderamente es una cosa que se lleva en el corazón.
Puedo ser duro, puedo ser egocentrista, pero a la hora de la verdad, brotan mis lágrimas, como lluvia torrencial.
No puedo olvidar, ni deseo hacerlo, ya que es mi carne que se ha ido.
Y yo estoy solo aquí, ante unas paredes, que me sirven de refugio, para que nadie me vea, me observe, que un gran hombre también tiene sentimientos y es capaz de llorar.
No es la edad es esa soledad que me ha llegado y está junto a mi.
Pero aunque esté en este estad tengo el consuelo de haberlos tenido, de haber presenciado escenas, donde ellos estaban muy cerca de mi.
Los he tocado, los he besado y he estado junto a ellos.
Es el mejor premio que he tenido en mi vida.
Y aunque ahora no estén, sé que ellos están ahora mismo junto a mí, mimándome y arropándome, para que no me sienta solo, aunque al verme en el espejo solo me veo yo, solo entre las cuatro paredes.
Pero para esto está el papel y el bolígrafo, para regalarles estos instantes, donde sentados junto a ellos soy el hombre más feliz del mundo.
Y confieso que lo soy, ya que mi autoestima, es superior a todo lo que me puedan vender de ser un hombre solitario, por no tener pareja y estar hoy aquí en un cuarto donde la soledad está parada por tinta y recuerdos que dan pie a este relato, donde tú eres mi testigo, que enfundo una sonrisa, por los míos que estuvieron junto a mí y ya no están, pero sé que siempre me arroparán con su presencia, espiritual, y con ganas de que sea siempre feliz.
Gracias.
Por estar conmigo, en estos instantes donde todos están reunidos con los suyos y yo veo una mesa con un solo cubierto, pero con esa presencia que no me hace estar solo en este día tan emotivo por todo cristiano.
El día del nacimiento de Jesús.
Y con mis canciones, doy rienda suelta a toda mi juventud, que sabe ser feliz, en cualquier lugar donde me encuentre y con los acompañantes que se encuentren.