Ayer regresó a Ceuta casi un centenar de los militares de la ciudad autónoma desplegados durante los últimos meses en Irak. Esa segunda rotación completó el retorno del contingente desplazado, que vuelve con la sensación del deber cumplido y sin ningún incidente de gravedad en su cumplimiento.
Los movilizados han sido una Unidad de Seguridad con 130 militares. El Tercio Duque de Alba, segundo de La Legión, y el Grupo de Regulares número 54 aportaron cien soldados, mientras que los otros treinta estaban adscritos a otras unidades locales (Artillería, Caballería, Logística, Ingenieros…).
La misión de las Fuerzas Conjuntas Combinadas dentro de la operación 'Inherent Resolve’, en la que se incardinaron los militares de Ceuta, es “derrotar al Daesh en zonas designadas de Irak y Siria y establecer las condiciones apropiadas para las operaciones tendentes a aumentar la estabilidad regional”.
La participación de efectivos de la Comgeceu en misiones internacionales siempre ha sido motivo de orgullo para el conjunto de la ciudad, también esta vez, y así debe seguir siéndolo en una sociedad cuyos vínculos con las Fuerzas Armadas son especialmente estrechos.
Las escenas vividas ayer en el puerto demuestran el cariño que no solo los conocidos y allegados de los participantes en la misión, sino toda la sociedad caballa, siente por ellos.
Tanto el Ministerio de Defensa como la Ciudad Autónoma deben seguir cultivando esa simbiosis colaborando lealmente en todos aquellos ámbitos en los que sea factible y reconociendo el mérito de los efectivos castrenses en Ceuta y su importancia a todos los niveles, que debe ser reforzada y ampliada.