Esta es la historia de un vecino de Ceuta que se ha topado con un problema de esos que chocan con una burocracia complicada de entender. Lo grave es que en este caso choca directamente con su salud y nadie, a esta hora, es capaz de ponerle remedio.
Este hombre toma un medicamento a diario para controlar su tensión, Barnix. Acudió a su médico de referencia para que le dispensaran la receta y poder adquirirlo en farmacia. Hasta aquí todo correcto, se le dispensó el documento para poder recibir una caja de 56 pastillas.
Cuando este martes acudió a la farmacia se encontró con que en botica solo había de 28 comprimidos. Al presentar una receta electrónica de 56 no se la dispensaban, tampoco permitían llevarse dos cajas.
A bordo de su moto ha acudido a varias de las farmacias de Ceuta sin encontrar en ninguna el medicamento cuyo formato se ajuste a lo recogido en la receta. “No tienen en ninguna, solo disponen de 28”, explica en una denuncia hecha a El Faro de Ceuta para protestar por una situación esperpéntica.
La solución parece sencilla: volver a su centro médico de referencia y pedir que se cambie el formato pasando a reflejar que sea de 56. Aquí viene el problema complicado de entender. Su médica de cabecera estaba de baja y quien hacía la sustitución le comunica que no puede hacer otra receta nueva ni tampoco cambiar la ya existente.
“Solo necesito que me cambien el formato para que pueda recibir la medicación, no que hagan otra receta. Si me quedo sin pastillas, ¿qué hago?, ¿me muero?”, explica desesperado.
El problema parece de fácil solución pero hasta ahora no ha conseguido obtener la medicación con la que controla la tensión arterial y que se ha convertido en su salvavidas.
Solo pide ayuda ante el riesgo de que sufra algún problema de salud que ya, esto sí, no tiene solución.
Demasiado tenéis los que tenéis sanidad gratuita para quejaros somos millones y millones de ciudadanos que no pagamos ni la receta asin que valora lo que tienes porque hay otros países que se tienen que pagar hasta un resfriado.
Que era eso de la "sanidad universal y gratuita"? Para quien...?
La burocracia es ridícula muchas, muchas veces; que el médico sustituto o el inspector médico si es necesario, no pueda anular y cambiar la receta es de traca, pero no olvidemos también que parece una total falta de interés de las farmacias. Sobre todo de la que habitualmente le dispensa los medicamentos y de la que es cliente ¡Que pidan una caja al centro logístico farmacéutico que corresponda! A veces hay que dejar de pensar en el rendimiento económico.
Lopera vete ya, Lopera vete ya, Lopera vete yaaaa.