La Comunidad Hindú de Ceuta se reunió el sábado en los salones del Sarao para disfrutar entre todos de la festividad del Diwali. Una cita ya tradicional, que reúne a grandes y pequeños para compartir una jornada de convivencia y una tarde de fiesta. En esta ocasión fue especial, ya que coincidió con el 93 cumpleaños de Rupi Ramchand Khubani, la más longeva de la comunidad en la ciudad.
Todos los miembros de la comunidad fueron llegando al recinto desde el medio día. Los elegantes trajes de las mujeres relucían ante ese día nublado y todos compartían la ilusión y las ganas de pasar una jornada inolvidable entre risas y baile. Pero fue en el caso de Ramchand aún más emotivo, debido a que pudo festejar su aniversario rodeada de la mejor compañía, su familia y amigos, de quien recibió todo el cariño y afecto, que llenó de gozo a la hindú, quien se sintió muy querida y agradecida por la gentil sorpresa.
Al respecto, Ramesh Ramchand, hijo de Rupi, explicó que su madre, de origen indio, llegó a Ceuta cuando se casó con su padre hace ya más de 70 años, en 1952. Desde entonces, vivió prácticamente dedicada a su familia, junto a su esposo Ramchand Murijmal, conocido empresario ceutí, que regentaba el bazar ‘Pp Indio’. Además, puntualizó que su abuelo era comerciante y llegó, en primer lugar, a Gibraltar en el año 36, y luego ya se trasladó hasta la ciudad autónoma, en la década de los 50.
Se trata de una de las veteranas de la comunidad hindú, ya que tiene el mérito de ser la mujer con mayor edad en este colectivo, según aclaró Ramchand, quien hizo especial énfasis en que su madre se implica bastante en lo religioso, ya que se dedica en su tiempo libre a la oración y la espiritualidad. “Todo el mundo dice que cuando hablan con ella les trasmite mucha paz”, detalló su hijo.
Por otra parte, gracias al fruto del amor que se tenía la pareja tuvieron cinco hijos, Mari, Dilip, Ramesh, Vimla, Mohan Ramchand. Solo dos siguen en la ciudad, mientras que los demás viven en Canarias. Asimismo, tiene 7 nietos y 5 biznietos. Ella fue ama de casa, un hogar al que dedicó su vida y en el que, según manifestó Ramchand, vivían todos juntos en el mismo, desde sus abuelos, tíos, hermanos y hasta los primos.
Durante la celebración del convite, los familiares de Rupi le dieron la sorpresa. Para ello, colocaron las velas en su trozo de tarta, para que las soplara, tras cantarle. Una fiesta fraternal con toda la comunidad hindú, que consiguió alegrar el corazón de Rupi, por el gran amor que recibió por parte de todos sus allegados.